El presunto ataque racista de una figura del rugby a un mendigo sacude Sudáfrica
Eben Etzebeth, clave para los ‘Springboks’, sigue en el Mundial pese a ser denunciado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos
Eben Etzebeth es una bomba de relojería para los Springboks. El segunda línea, figura clave en el rugby sudafricano, sigue en la selección que busca en Japón el tercer Mundial para un país donde el rugby traspasa lo deportivo. Pese a las graves acusaciones que pesan sobre su persona. El jugador, de raza blanca, ha sido denunciado por golpear en agosto a un mendigo de 42 años de raza negra con una pistola e proferir insultados racistas relacionados con el Apartheid a él y a otras personas. Su equipo, que firmó este martes ante Canadá su victoria más holgada del torneo (66-7), con Etzebeth como suplente, está en un brete y él defiende su inocencia.
Los hechos ocurrieron el 25 de agosto en Langebaan, al oeste del país. La prensa local se ha hecho eco de varias acusaciones. Según las mismas, Etzebeth (27 años) habría golpeado con su pistola en la cara e insultado a un mendigo. En total, cuatro personas han denunciado ser abusadas física y verbalmente aquel día; desde golpes con la pistola al término “hotnot”, que la Comisión de Derechos Humanos de Sudáfrica –SAHRC en sus siglas en inglés– define como una palabra prohibida que “infringe los derechos de la comunidad” y que fue usada durante el Apartheid “contra la dignidad humana”.
El jugador es clave para el discurrir Sudáfrica, un país que convirtió al rugby en un elemento de reconciliación tras ganar el Mundial que organizó en 1995 y que ha dado pasos para incorporar a su combinado nacional un mayor número de jugadores no blancos, principales promotores del deporte. De hecho, está por primera vez capitaneada por un jugador de raza negra, Siya Kolisi. A sus 27 años, Etzebeth cuenta con 83 internacionalidades y su concurso se presume crucial. Sudáfrica se medirá en cuartos de final a Japón, Escocia o Irlanda el 20 de octubre.
El abogado de SAHRC, Buang Jones, aseguró que la Comisión demanda una compensación económica que superaría el millón de rands (unos 60.000 euros). “Pediremos una investigación criminal [que puede ir desde delito de odio a intento de asesinato], servicios a la comunidad y otras formas de compensación”. Aseguró que la entidad dispone de notas de audio, clips de video y declaraciones de testigos para apoyar sus alegaciones. Jones añade precedentes: “Nos han dicho que no es la primera vez que lo hace, pero esto acaba aquí”.
“Soy un embajador de esta nación arcoíris”
El jugador defiende su inocencia. “Es completamente falso e infundado que haya abusado física o racialmente de nadie. Múltiples testigos pueden corroborarlo. Soy y siempre seré un embajador de esta hermosa nación arcoíris y del deporte que amo”, aseguró en su cuenta de Facebook. Las acusaciones llegaron días antes de que el seleccionador, Rassie Erasmus, le incluyera en la lista para Japón. La federación nacional asegura estar en permanente contacto con la Comisión de Derechos Humanos y ha iniciado un proceso interno, pero asegura que los detalles del mismo “solo serán de la incumbencia del jugador y la entidad”.
La Comisión pedirá información al departamento policial tras recibir quejas sobre la supuesta parcialidad del agente que inició la investigación. Con todo, subraya su intención de no estar presionando para que Etzebeth regrese del Mundial: “El asunto seguirá su curso normal”. El caso está por ahora en un Juzgado de Igualdad –funcionan como juzgados de lo civil–, que podría citarle durante el torneo. Sudáfrica llegaba al Mundial como la única selección imbatida de 2019 hasta caer en la cita inaugural ante Nueva Zelanda. Pese a ello, es la gran aspirante a destronar a los vigentes bicampeones.
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