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Zverev, aire fresco entre treintañeros

El joven de 21 años bate a Isner (7-6 y 6-3), se hace con el segundo puesto de su grupo y retará a Federer (37) por una plaza en la final del Masters. En la otra semifinal, Djokovic (31) encara a Anderson (32)

Alejandro Ciriza
Zverev, durante el partido contra Isner, este viernes en Londres.
Zverev, durante el partido contra Isner, este viernes en Londres.Julian Finney (Getty)

Pese al potencial que ya atesora, con solo 21 años, a Alexander Zverev no le queda una, sino más bien dos, tres o al menos cuatro cocciones para llegar a ser el tenista que se vaticina que va a llegar a ser. A su edad cerrará la temporada como número cuatro del mundo –ya ha alcanzado el tres, tanto este curso como el pasado– y habiéndole puesto el lazo a su tercer Masters 1000, pero todavía con lagunas importantes. Aún en pleno desarrollo físico, flaquea en la movilidad y su margen de progresión técnica es generoso, aunque el hándicap más importante no esté tanto en su raqueta como en su cabeza.

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Demasiado indolente, los pájaros revolotean por su cabeza y todavía no ha sido capaz de proyectar las expectativas que ofrece en ningún Grand Slam, la prueba más fidedigna para un potencial campeón. Sin embargo, él y su cabellera rubia son el futuro, y además no demasiado lejano. Mientras la Santísima Trinidad (Nadal (32), Federer (37) y Djokovic (31) continúa repartiéndose la mayor parte del premio, él va posicionándose y dando toques a la puerta. A falta de la llamada definitiva, el alemán ha ido dejando pistas y esperando el momento, su momento, que en teoría no debería tardar. Bailando entre gigantes treintañeros, el porvenir le ha reservado un espacio y el margen se acorta.

“No necesito que me acorralen”, expresó Sascha cuando se le planteó si el haber contratado al estricto Ivan Lendl respondía al propósito de enderezarse en términos disciplinariorios, después de que este año Juan Carlos Ferrero abandonase el equipo y criticase la actitud del tenista. “Sé lo que quiero. Algunas veces llego tarde a algunas cosas, pero no a cosas importantes: a la cena, o al coche cuando nos vamos de aquí, pero no a los entrenamientos... Soy muy disciplinado porque, repito, sé lo que quiero: ser el mejor”, expuso.

De momento, ayer se convirtió en el semifinalista más joven de la Copa de Maestros desde que hace 10 años el argentino Juan Martín del Potro alcanzase la misma cota. El de Hamburgo dirimía el segundo billete de su grupo con John Isner y Marin Cilic, enfrentado este con Novak Djokovic (7-6 y 6-2 a favor del serbio), y prosperó. Batió al primero por 7-6 y 6-3 y retará a Federer (15.00, Movistar+ D2) por una plaza en la final de mañana en el O2 de Londres en su segunda participación en el torneo, mientras que Nole se examinará en el otro cruce (21.00) contra el debutante Kevin Anderson (32).

De menos a más –cedió contra Djokovic en el estreno, superó a Cilic después y ayer doblegó a Isner con la propia receta del estadounidense: 18 aces–, Zverev se convirtió en el primer alemán que llega a las semifinales del Masters desde que lo hiciera Rainer Schuettler (2003, Houston, derrotado por Andre Agassi). Es el jugador que más triunfos (56) acumula en 2018, por delante de Dominic Thiem (54) y el número uno, Nole (53), y representa el aire fresco en un circuito que reclama aires renovados.

Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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