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Miguel Brindisi: “Jugamos el Mundial mientras velaban a Perón, no sabíamos qué hacer”

El exfutbolista integró el equipo de 1974 que devolvió a Argentina a los mundiales tras el fracaso que significó quedar fuera de México '70

Miguel Brindisi en Buenos Aires, tras una entrevista en un canal de televisión.
Miguel Brindisi en Buenos Aires, tras una entrevista en un canal de televisión.Diego Paruelo
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"El punto de partida es el respeto y la educación" dice Miguel Brindisi (Buenos Aires, 1950) mientras exagera un agradecimiento al mozo por el café humeante: "Muchas gracias señor, muy amable". El exfutbolista y entrenador era un novato cuando Argentina quedó fuera de México '70 y fue capitán del seleccionado en Alemania '74. Una de las principales figuras del salón de la fama de Unión Deportiva Las Palmas es, por momentos, un bicho raro dentro del mundo futbolístico, al punto que muchas veces le espetaron un "no pareces argentino", comentario que nuncá el agradó del todo.

Ha jugado junto a Diego Maradona y ha enfrentado a Pelé. Es el undécimo goleador histórico de la liga argentina y es considerado en el once ideal del seleccionado como carrilero por derecha. Sin embargo, su nombre fue recordado en octubre pasado, cuando la celeste y blanca aún no sabía que iba a estar en Rusia 2018, tras el empate en cero con Perú en La Bombonera. Es que Brindisi quedó fuera de México 70, ante el mismo rival y en el mismo escenario. No bajó los brazos y rechazó ofertas del Real Madrid y el Sevilla en busca de una revancha desde Argentina. Un gesto que le valió una distinción por parte del entonces presidente Juan Domingo Perón. En esta entrevista, que inicia una serie con referentes de las últimas once selecciones argentinas, cuenta que la responsabilidad que significó viajar a Alemania en 1974 tras el fracaso de cuatro años antes.

Pregunta: ¿Cómo manejaron la frustración por quedar eliminados del Mundial del 70?

"A un mes del Mundial, no vas ni a trabar una pelota por miedo de quedarte afuera".

Respuesta: Como una gran carga. Cómo sería la presión que durante un año no podíamos tocar la pelota en nuestros clubes porque caía una silbatina de las gradas. Así llegamos a Alemania 74. Yo dejé todo por ir a jugar ahí y no me fue bien. Terminamos sextos, en el medio murió el presidente Perón y toda la delegación se volvió a Buenos Aires para el velatorio.

Pregunta ¿Qué recuerda del día en que murió Perón?

Respuesta: Esa mañana la tuvimos libre y habíamos ido a la ciudad para comprar botines. Cuando volvimos a la concentración, vimos la bandera a media asta y el jefe de la delegación, Paulino Niembro, nos cuenta que se habían ido todos para el aeropuerto, porque los dirigentes eran del partido peronista. Yo era el capitán y no sabía qué hacer, pretendían que juguemos mientras velaban al presidente del país. Pero el próximo mundial era en Argentina y si no lo hacíamos nos quitaban la plaza. Fue 1 a 1 con Alemania Democrática con gol de ([René] Houseman en el mismo momento del velatorio.

P: ¿Qué versión de Messi veremos en Rusia?

"O sos campeón o sos fracasado. En Argentina no hay capacidad de análisis".

R: Ojalá que la actual, espero que se mantenga, porque las lesiones juegan muchísimo para integrar el plantel o no. Me pasó a mí como jugador antes del '74, después de no haber clasificado al mundial '70. Con ocho años de espera y faltando un mes, no vas ni a trabar una pelota por miedo de quedarte afuera. En el último amistoso de aquella selección, Aballay se rompió un menisco y no fue a Alemania, en su lugar fue Babington. No es a propósito, es inconsciente. Cuando dirigí en Guatemala tuve cuatro jugadores de Costa Rica [en 2006, en Comunicaciones F.C.], entre ellos su capitán, Mauricio Solis, y ellos abrían el mundial de Alemania contra el local. Jugamos contra un equipo difícil, duro y malintencionado el último partido antes de que se vayan con su selección. Solís disputó una pelota con tanta vehemencia que me agarré la cabeza. Fui al vestuario y le dije adelante de todos los compañeros que ese coraje pudo dejarlo afuera del mundial. De todas formas, hay que evitar que ese cuidado inconsciente te baje el nivel.

P: ¿Hay jugadores que inventan lesiones para no jugar?

R: No creo, porque si inventas una lesión no tenes continuidad y algunas voces acá se alzan porque van a ir jugadores que no tienen continuidad como (el portero, Sergio) Romero, que para mí es un arquerazo. Nunca tuve la sospecha ni viví una situación así.

P: ¿Tiene Messi el carácter necesario para ganar el Mundial?

R: Siempre pregunto lo mismo: ¿Se puede medir a un jugador por si ganó o no un mundial cuando ya tiene 300 títulos?, ¿Se puede medir a un jugador por perder una final por penales y otra por alargue? Ojalá yo hubiese tenido esas tres finales. Somos super exigentes, o sos campeón o sos fracasado. Eso me despierta que en Argentina no hay capacidad de análisis. Y no sólo en el fútbol, a nivel social. Ellos para mí siguen siendo ganadores y ejemplos. No me importa nada de lo que pasó. Javier Zanetti, por ejemplo, es un gran ejemplo. Tendríamos que explotarlo como imagen en el mundo, tenerlo en la cima del obelisco, pero como nunca salió campeón del mundo no lo reconocemos.

"Hoy sólo importa que el pibe salve rápido al que lo representa, a la familia y a los amigos".

P: ¿Ese perfil del futbol argentino lo alejó de la dirección técnica?

Puede ser, por todo lo que se arma detrás de un resultado. Tal vez yo no convengo para el medio y lo que se arma hoy, porque a mí no me vas a ver en un conflicto, aunque siempre voy a dar mi opinión. El común denominador es el quilombo y va a ser así hasta que no cambien las cabezas en el periodismo.

P: ¿Cómo ve al futbolista actual?

R: Todo lo que pasa es producto de los entornos y los apuros. Hoy no se conjuga el verbo jugar sino el del apuro y que el pibe salve rápido a toda la periferia, tanto el que lo representa como la familia y los amigos. Así, queman las etapas que tienen que consumir. Por suerte no está sucediendo como antes, que se van y vuelven a préstamo al mismo club. Vos tenes que ir a Europa y ser un Sensini o Zanetti. O sea, no volver más. El día que te instalaste tenes que pensar en terminar la carrera, vivir de una forma extraordinaria y en una comunidad futbolística de respeto. Hoy además tenés todo cerca. Cuando yo jugaba en Unión Deportiva Las Palmas y hacía llamadas a Buenos Aires para saber cómo había salido Huracán tenía que hacerlas vía Madrid. Toda la comunicación eran cartas y hasta la revista El Gráfico, que era la comunicación del deporte, llegaba 15 días tarde.

P: ¿Cómo ve a Jorge Sampaoli?

R: Lo veo como un tipo que entrega su vida por lo que hace. Esta empapado, tiene conocimiento, dedicación y su trabajo es su prioridad de vida. Si Argentina pierde, es el primero al que van a putear pero en esto te la estas jugando siempre. Lo importante es que uno tenga el equilibrio para no creerte ni un fenómeno ni un desastre.

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