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El América alcanza el empate frente a Tigres en un partido muy francés (1-1)

Las 'águilas' rescatan un punto frente al campeón de la Liga MX gracias a un gol del exseleccionado de Francia, Jérémy Ménez. Su compatriota Gignac también marcó

D. Mancera
Ménez va en busca del balón ante la marca de Rodríguez.
Ménez va en busca del balón ante la marca de Rodríguez. J. Aguilar (AFP)

Francia empató en Monterrey 1-1. En el estadio Universitario de Nuevo León jugaron tres futbolistas franceses que, hace una década, tenían los galones para ser las figuras estelares del fútbol galo. André-Pierre Gignac y Kolo por Tigres, Jérémy Ménez de América. El partido tenía ese atractivo y también el de la colisión entre dos equipos que han hecho del culto del ego parte de su identidad. 

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Los Tigres estaban heridos antes del comienzo del partido. Por el costado izquierdo no se encontraba Javier Aquino. Los felinos tuvieron problemas para llevarle balones al tridente ofensivo de Eduardo Vargas, Enner Valencia y André-Pierre Gignac. El América tomó esa ventaja, ellos sí tenían a un buen hombre por el camino zurdo: a Cecilio Domínguez. El paraguayo, en una de sus incursiones al ataque, estrelló el poste y después le cometieron falta en el área. El asunto de los penaltis ha sido parte del debate en el equipo de Miguel Piojo Herrera luego de los últimos fallos del delantero estrella, Oribe Peralta. El encargado de pegarle fue Mateus Uribe y la tragedia lo siguió tras fallarlo. El mal momento fue acrecentado con una burla de Nahuel Guzmán

Los Tigres, tras ser eximidos de su error defensivo, se repusieron con las carreras profundas del lateral derecho Luis Rodríguez. Un centro fue dirigido al vacío y ahí llegó como un tren André-Pierre Gignac para hacer el 1-0. Un solo golpe llevó al América al descontento. Fue hasta la segunda parte cuando las águilas buscaron alguna manera de acercarse en el marcador. La zaga defensiva de los locales, comandados por Hugo Ayala, Juninho y Kolo, se disponía a resistir.

El saludo entre Ménez y Gignac.
El saludo entre Ménez y Gignac.M. Sierra (EFE)

Herrera mandó al campo a Jérémy Ménez, el jugador que no pudo estallar en Mónaco, Roma, París, Milán ni en Turquía. El espigado centrocampista se movía como un ciervo por la cancha. Sin correr demasiado. El delantero emergente de América, Henry Martín, consiguió un tiro de esquina al proteger el balón. De ahí apareció Guido Rodríguez para marcar con la cabeza. Era gol, o al menos así lo había considerado el asistente, el árbitro central prefirió anular el gol y marcar penalti porque antes había sido golpeado un jugador americanista. Fue un minuto de bochorno por parte de los silbantes. Tras la discusión se dictaminó un penalti y a América volvieron los complejos. ¿Lo tiraría Oribe Peralta? ¿Martín? ¿Domínguez? Ménez. Fue el francés el que tomó el balón, chutó y lo metió por el centro para el 1-1.

El resto del partido fue indiferente para unos Tigres que poca efectividad encontraron con Zelarayán y Damm, uno de los chicos afligidos en las últimas semanas por quemarse el rostro al jugar con pirotecnia y también arrestado por no atender las indicaciones de la Policía de Monterrey. Los felinos se quedaron con las ganas de dar un mordisco y de reponerse de la resaca tras conseguir el título de la Liga MX. Al América le faltó un poco de pólvora para mantenerse en el tope de la clasificación. 

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Sobre la firma

D. Mancera
Es coordinador de las portadas web de la edición América en EL PAÍS. Empezó a trabajar en la edición mexicana desde 2016 escribiendo historias deportivas. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación y Periodismo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

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