Keylor Navas: “Hay que esperar a que el árbitro pite para bajar los brazos”
El portero asegura que hay que mostrar amor por el escudo y Zidane dice que el equipo tendría que haber estado más listo después de haber hecho lo más difícil: "en el segundo gol estamos fuera de la jugada"
El Madrid sigue sin encontrarse a sí mismo. Mal síntoma a diez días de recibir al PSG en la ida de los octavos de Champions. En esa eliminatoria los blancos se juegan la temporada. Zidane hablaba el viernes de que la Liga no está sentenciada. Pero sólo se lo cree él. Los suyos volvieron a perder dos puntos ayer, son 24 ya en lo que va de campeonato. Nueve de ellos los han perdido después de haberse puesto por delante en el marcador. En casa del Levante se adelantaron dos veces y dos veces le empataron. La última, además, después de hacer lo más difícil, marcar el gol que parecía darle los tres puntos en el minuto 80.
No consiguen, sin embargo, los blancos cerrar los partidos ni cuando los tienen controlados. Resucitan a cualquier rival y a cualquier jugador. Boateng no había marcado todavía en esta Liga y firmó el 1-1. Pazzini, el delantero italiano que ha llegado cedido del Verona en este mercado de invierno, sólo había anotado cuatro tantos en el calcio y todos de penalti, el último el pasado 30 de octubre. Firmó el 2-2 que castigó, por enésima vez, al Madrid muy despistado en defensa.
“Dos errores nuestros y dos goles encajados... Eso es futbol, si cometes errores atrás, los rivales te hacen daño. No podemos cometer errores como estos”, explicó Casemiro. Cuando le preguntaron por qué al Madrid le cuesta tanto cerrar los partidos, lo achacó al rival [un recién ascendido que pelea por no descender] y a la afición “que aprieta”.
Ambos tantos dejaron en evidencia a la defensa del Madrid. En el primer gol, Boateng le gana la espalda a Ramos, sorprendido por el pase de Morales. En el segundo, Varane se queda atrás cuando Pazzini recibe el balón y Carvajal no lo alcanza. ¿Qué ha fallado?, le preguntaron a Zidane, rostro muy serio, en la sala de prensa. “Es el segundo gol… Teníamos el partido controlado, la primera parte estuvimos bien, en la segunda hicimos lo más difícil que era meter el segundo. Tendríamos que haber sido listos y evitar el segundo, no lo fuimos, estuvimos fuera de la jugada. Esto es duro”, contestó el técnico.
De las cinco ocasiones que el Levante generó, cuatro llegaron a la contra. En una de ellas, una vez más tras un saque de esquina del Madrid, Keylor Navas fue providencial en un mano a mano con Lerma. Todos los equipos le están generando peligro a los blancos al contragolpe, desde el Fuenlabrada, pasando por el Al-Jazira y siguiendo por el Numancia. ¿Por qué les cuesta tanto defender ese tipo de jugadas?, le preguntaron a Zidane. “Esto significa que hay que trabajar más todavía. En el fútbol el rival está para crearte dificultades... El segundo gol lo tendríamos que haber evitado. Me molesta porque lo trabajamos, y sabíamos que el rival a la contra te podía hacer daño… han tenido cuatro ocasiones y se llevaron dos goles”, respondió.
El técnico francés, que en la víspera dijo que confiaba ciegamente en su plantilla y que esperaba que los suyos enlazaran la tercera victoria seguida en Liga, se marchó con dos puntos perdidos, con dos hombres de la BBC sustituidos (Bale y Cristiano) y con la sensación de que su Madrid (con la excepción de Modric), además de irregular, parece poco fiable. ¿Le preocupa? “No. Estamos disgustados con el resultado que estaba a nuestro favor. La semana que viene tenemos otro partido [Real Sociedad] y luego ya veremos en Champions”, aseguró. “Tenemos que demostrar el amor por el escudo y esperar que el árbitro pite para bajar los brazos”, resumió Keylor Navas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.