Suecia deja al borde del abismo a Italia (1-0)
Los nórdicos se imponen en la ida de la repesca y complican el billte para el Mundial de Rusia a los ‘azzurri’
Italia tendrá que sudar mucho su pase al Mundial. La metalúrgica Suecia la ha puesto al borde de ausentarse de una Copa del Mundo por primera vez en 60 años. Más que por el incómodo 1-0 encajado, porque enfrente tendrá a un rival muy físico y ordenado. Suecia es una roca de fútbol elemental ejecutado a muchas revoluciones cuando decide presionar o acudir a la batalla de las segundas jugadas. Tiene dos peloteros más que decentes Larsson y Forsberg y dos cabezas de área, Toivonen y Berg que no rehuyeron los cuerpeos y los golpes con el contundente tríptico de centrales que forman Barzagli, Bonucci y Chiellini. No lo tendrá fácil Italia para evitar la tragedia, la extraña sensación de no ver el clásico azul de su camiseta en un Mundial.
De alguna manera, la última media hora del partido de anoche se puede considerar el inicio de la vuelta que se disputará el próximo lunes en el estadio San Siro de Milán. El guión ya está escrito. Italia volcada para empatar y darle la vuelta a un gol en contra que encajó cuando ejercía el control del partido. Suecia amurallada y buscando una contra.
Sin talento
Tras un primer tiempo nefasto, Italia se había apoderado de la pelota. Estaba en plena eclosión de De Rossi, Verratti y Parolo, desaparecidos en el primer acto. Candreva también se había conectado y Suecia no era capaz de desplegarse en ataque. Hasta que Berg la reactivó con un par de encontronazos aéreos. Ahí se encontró con un saque de banda cerca del área de Buffon. Y ahí le emergen al fútbol sueco sus marcadas influencias del fútbol británico más tradicional. Si son devotos del 4-4-2 y del juego directo más lo son aún de convertir los saques de banda en una acción similar a un córner. Lustig puso la pelota tensa en el área, la prolongó Berg hacia atrás y el recién salido Johansson enganchó una volea en la frontal. La pelota superó a Buffon tras tocar en un defensa.
El castigo le llegó a Italia en pleno dominio, cuando había logrado desactivar el primer tiempo en el que Suecia propuso de inicio un partido a fuego. Pretendió intimidar a la selección del desconcertado Ventura con un ritmo vertiginoso de juego. Una percusión agotadora que no le concedió ocasiones claras, pero sí le valió para mantener a raya a los italianos. Con todo, fue Belotti el que tuvo el gol. Un centro de Darmian desde la izquierda lo cruzó demasiado con la cabeza el delantero del Torino.
Fueron los laterales de Italia los que comandaron los ataques. Cuando se mantenía el empate y cuando Suecia se adelantó. Que Candreva y Darmian, este estrelló un balón en el palo con un fuerte derechazo, fueran los grandes estiletes describe la pobreza de jugadores creativos por la que pasa el fútbol italiano. No tiene fantasistas y le pesa en exceso. Antes, con un portero de primer nivel, una buena defensa, un mediapunta de calidad y un goleador contrastado le daba para ganar mundiales. Ahora conserva la tradición del contar con un portero de garantías y con una defensa a la altura de su historia, pero le falta talento.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.