Federer apaga el fuego ante Youzhny

Aunque parezca que ni siente ni padece, que ni suda ni hace demasiado esfuerzo para hacer lo que hace (que solo él sabe hacerlo), Roger Federer a veces también sufre. Y la última velada sufrió, vaya que sí sufrió. Ganó (6-1, 6-7, 4-6, 6-4 y 6-2, en 3h 07m), pero por momentos pareció que iba producirse la gran sorpresa, que Mikhail Youzhny podía dar la campanada, porque durante un buen tramo lo tuvo contra las cuerdas y el suizo, deambulante y errático, no estaba fino ni se encontraba. Otra vez.

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Ya había sufrido Federer en el estreno, contra Frances Tiafoe, y de nuevo tuvo que emplearse a fondo y prolongar su pulso al máximo para sellar su acceso a la siguiente fase del US Open. Al igual que contra el estadounidense, el número tres del circuito tuvo que recurrir a los cinco sets para avanzar, algo insólito en su carrera, porque nunca había tenido que disputar 10 mangas para resolver sus dos primeros compromisos en un Grand Slam, lo que ya es un indicativo.

En los 16 precedentes contra Youzhny, el de Basilea no había cedido una sola vez y tan solo le había concedido cuatro parciales; esta vez fueron 20. Deberá mejorar si no quiere sufrir un susto mayor frente a Feliciano López, su próximo rival (6-3, 6-2, 3-6 y 6-1 a Verdasco). Está sobre aviso Federer, que comenzó como un tiro y después se perdió, a la par que su adversario se hizo fuerte y se creció, hasta que su cuerpo le dijo basta. Con dos sets iguales, a Youzhny le dio dio un fuerte calambrazo en un intento por cazar un globo y la historia se terminó.

Antes, una exhibición de casta por su parte. Y eso que Federer salió en tromba, en modo Federer, dispuesto a arrasar. Cerró el primer acto en 26 minutos y todo parecía encarrilado para él; sin embargo, perdió el ritmo y Youzhny incrementó su descaro. Se adjudicó el tie-break de la continuación y acto seguido dio otro zarpazo. Federer se había quedado clavado y el público, claramente a favor del campeón de 19 grandes, se temió lo peor: una salida prematura del aspirante a arrebatarle el número uno a Rafael Nadal, que al fin y al cabo es lo que la grada estadounidense anhela.

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Solo cuando se vio verdaderamente al límite, el genio reaccionó. En la cuarta manga, Youzhny replicó a una primera rotura y al noveno juego sorteó un set point. Rugió el ruso, porque los aficionados ya celebraban el punto y empujaban a Federer, que finalmente cerró con un break y equilibró el marcador (2-2). Entonces, a Youzhny se le agotó el combustible y se inclinó lentamente, no sin exprimir al de Basilea, cuya hoja de servicios reveló un discreto porcentaje con el servicio (62%), demasiados apuros con los segundos saques (51% de puntos retenidos) y una cifra más que considerable de errores no forzados (68).

Lo pasó muy mal Federer, pero consiguió salir del lío y ahora encara un hermoso encuentro con Feliciano. Si él padeció, todavía más su versión búlgara, Grigor Dimitrov. A priori, la teoría (siempre traicionera en esto del tenis) decía este debía toparse con Nadal en los cuartos de final, pero encalló frente al joven Andrey Rublev: 7-5, 7-6 y 6-3. Por otra parte, Juan Martín del Potro batió al andaluz Adrián Menéndez (6-2, 6-3 y 7-6) y en el cuadro femenino la número uno, Karolina Pliskova, y una de las aspirantes a destronarle en este torneo, Elina Svitolina, resolvieron sus respectivos partidos ante Nicole Gibbs (2-6, 6-3 y 6-4) y Evgeniya Rodina (doble 6-4).