México se mide contra el rencor de Panamá

La selección de Panamá ve como un ogro a la de México. Hace cuatro años, en las instancias de eliminatoria mundialista, el conjunto panameño tenía en la mano su boleto para disputar el repechaje al Mundial. Su rival sería Nueva Zelanda. Todo lo definían en casa frente a Estados Unidos, ya clasificado a la Copa del Mundo. A la misma hora, el tri se jugaba lo mismo, pero frente a Costa Rica.

Los panameños, en esa noche del 15 de octubre de 2013, ganaban frente a los norteamericanos 2-1 al minuto 83. Ese resultado aunado a la derrota de los mexicanos contra los ticos, llevaba a los centroamericanos a la repesca. Hasta que el tesón estadounidense logró darle la vuelta al marcador 2-3. El mayor beneficiado fue un México errático, en Panamá hubo sollozos, nunca en su historia han clasificado a una Copa del Mundo. El principal culpable fue el tri.

Este viernes a las 20.30 (hora del centro de México) el equipo de Juan Carlos Osorio recibe en el estadio Azteca a Panamá. Las cosas han cambiado y los mexicanos lideran la eliminatoria; los canaleros se aferran a la repesca. La rivalidad tiene tintes de rencor porque en ese mismo 2013, los mexicanos se agrandaron al ganar en casa 2-1 gracias a una chilena in extremis por parte de Raúl Jiménez, un gol anecdótico.

"Los mexicanos viven de la historia, se creen la última Coca Cola del desierto. Deben entender que esto ha cambiado y Panamá ha evolucionado mucho", lanzó la primera daga el seleccionado Adolfo Machado. Las rencillas no solo se remiten a hace cuatro años, en 2015 ambas selecciones se enfrentaron en las semifinales de la Copa Oro. Allí los de verde la pasaron muy mal al irse en desventaja 0-1 con un gol de Román Torres. El tiempo se agotaba. México no encontraba cómo romper las cadenas. Quien sí lo hizo fue el árbitro Mark Geiger al pitar un penalti ilegítimo en los últimos minutos.

Los panameños querían devorar al silbante. Román Torres le pedía al entrenador mexicano, Miguel Herrera, que tiraran a fuera el penalti. México no cedió. Andrés Guardado, líder en turno, tomó el balón.

− Falla el penal a propósito, sabes que no es − pidió el panameño Aníbal Godoy a Guardado

− Si yo fallo el penal, matan a mi familia − le respondió el mexicano

Esa noche, Guardado convirtió ese gol y luego otro penalti en la prórroga. 2-1 a favor de México. Un golpe más al orgullo. El más reciente duelo entre ambos equipos fue en noviembre pasado en la Ciudad de Panamá. El tri venía motivado de vencer 1-2 a Estados Unidos en una tierra hostil como lo es Columbus, Ohio, pero se topó con una barricada panameña que anuló la ofensiva, dirigida por Hernán Gómez, y terminó en un 0-0.

Pese a esta rivalidad de alta tensión, no se llenará del todo el estadio Azteca. Hace unos días, los organizadores del partido lanzaron promociones para vender las entradas al 2x1. La afición aún ve con recelo a un equipo mexicano que dejó zozobra en la Copa Confederaciones y el fracaso en la Copa Oro. Juan Carlos Osorio sigue como el centro del debate.

Del lado del tricolor estarán a punto los velocistas Hirving Lozano y Jesús Tecatito Corona, una atractiva dupla por las bandas. La única duda mexicana pasa por la portería en la que Memo Ochoa ha recibido 11 goles en cinco partidos con el Standard de Lieja, y José de Jesús Corona está en plenitud. En Panamá confían en sus goleadores Blas Pérez y Luis Tejada, con experiencia en la liga mexicana, para poder culminar un contragolpe ideal. Los panameños quieren que la suerte esté de su lado.