El Levante rescata un punto ante un Deportivo con suerte
Los azulgrana empatan con un polémico penalti en el minuto 84 tras superar las expulsión de Morales y dos goles del equipo de Pepe Mel
Ejercicio de fútbol y de fe en el Ciutat de València. El Levante aplastó a un Depor blando, timorato y sin agresividad que se encontró, casi sin querer, con dos goles. Solo un punto pero sabe a victoria. Muñiz ganó la partida. En otra buena actuación coral, su equipo fue mejor. Encajó pronto dos goles pero acorraló al Depor y empujó a base de llegadas y juego combinativo, hasta que con diez jugadores pero la misma intensidad empató el partido y rescató un punto.
Entró como un ciclón el Levante en el partido. Por la izquierda, otra vez. Morales, verdugo del Villarreal en el arranque de Liga cinco días atrás, arrancó temprano sus pulmones. En el primer minuto de juego, igualito que ante los amarillos, superó a Juanfran y encendió el fuego en el Ciutat. El mazazo, en cambio, fue gallego. Fede Cartabia recogió un balón suelto cerca del punto de penalti, golpeó duro abajo y marcó el primer gol del Depor en este curso.
El argentino marcó muy cerquita de donde solía hacerlo de jovencito. Estaba en casa. A menos de 300 metros del estadio se encuentra el modesto campo del CF Torre Levante Orriols, club que milita en Tercera división. Allí estuvo una temporada cedido por el Valencia. Jugaba en el equipo juvenil, donde coincidió con el hijo de un deportivista ilustre, Miroslav Djukic. Y marcaba goles como el que abrió el marcador anoche, pegadito al campo del Torre. Tuvo memoria. Desapercibido e intrascendente en el Valencia pese a su calidad, Fede ha encontrado su hábitat en el Deportivo tras forzar su salida la pasada temporada. A la izquierda de Fede estaba Bakkali. Misma historia que Fede en el Valencia. Otro intrascendente. Este, además, con problemas con la báscula. Mel lo sustituyó en la segunda mitad. Su rendimiento fue, de nuevo, negativo. Otra camiseta, mismo esfuerzo. En Mestalla lo conocen bien. Veremos la paciencia de Mel.
Pese al gol, el Levante superó al Dépor en el primer acto. Muchas llegadas, la mayoría desde la izquierda, donde Morales continuaba abriendo agujeros. Pero también desde la derecha, con un gallego birlado al Dépor hace varias temporadas, Jason Remeseiro, la otra perlita granota. El grupo de Muñiz las tuvo de todos los colores , pero, otra vez, el segundo gol fue también gallego. Sidney, de cabeza, envío adentro un balón colgado desde la derecha. Si arriba el Levante era un vendaval, atrás era un flan. Dos despistes, dos goles. Un Levante, dos equipos, uno en defensa y otro en ataque.
Los azulgrana, sin levantar mucho polvo, han reclutado este verano para su proyecto a un gran jugador, Bardhi, un franco tirador macedonio que llegaba al partido con tres goles de falta en pretemporada. El lunes, en el primer partido, se marchó frustrado. No tuvo ninguna falta cerca de la frontal. Anoche, en cambio, dispuso de la primera. Y la enchufó. Un chasquido y su latigazo entró pegadito a la escuadra. Imparable. Bardhi acabó con la suerte gallega. El equipo de Mel tropezó con dos goles, casi sin querer. Luego se metió atrás y estuvo rácano. La iniciativa, las llegadas y el balón eran del Levante. El partido se antojaba muy largo para el Dépor. Sólo aguantaba Rubén. El portero sujetó a su equipo. Fue el mejor.
Muñiz arriesgó. Restó a Iván López, sumó a Ivi para la banda izquierda y desplazó a Morales al lateral derecho. El Dépor estaba cosido a su área. Morales era un atacante más , pero dos faltas y dos amarillas muy rigurosas lo enviaron al vestuario. El Levante con diez, pero llegando y llegando. Y apareció Campaña, una delicia jugando, y su lanzamiento se estrelló en el palo. El rechace lo capturó Ivi, que cayó al suelo. Penalti, otro a favor. El árbitro se equivocó. El mismo Ivi lo transformó. Empate. El Levante ya no tenía tiempo ni gasolina para más.
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