Gorka, el hijo de Villar, un vástago con poder e influencias
Abogado de formación, ocupó el cargo de director general de la confederación sudamericana (Conmebol) hasta hace justo un año
Gorka Villar, uno de los principales implicados en la redada que desarrolla esta mañana la UCO de la Guardia Civil, fue hasta hace un año, 18 de julio de 2016, director general de la confederación sudamericana (Conmebol), embrión de la trama corrupta que afectó a altos dirigentes de la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA). Es abogado y, siempre bajo el paraguas paterno, ha trabajado para algunas federaciones territoriales españolas, a las que ha prestado asesoramiento jurídico, con minutas de hasta 30.000 euros.
Desde que estalló el FIFAgate, una de las cosas que más ha irritado a Ángel María Villar es que apareciera o se utilizará el nombre de su hijo Gorka para ir contra él. A la vez que Villar expresaba ese malestar en sus círculos más íntimos, de esos mismos emergía una frase que ha terminado por convertirse en realidad. “Su hijo puede ser el que acabe con él”, era un comentario generalizado entre amigos y enemigos del presidente del fútbol español.
Villar hijo no ha sido nunca empleado de la Federación Española de Fútbol, aunque en los últimos años ha actuado como un auténtico factótum de su padre en este organismo. Colaboró, por ejemplo, en la candidatura Ibérica con la que España y Portugal optaron a la organización del Mundial 2018, bajo investigación de la justicia suiza por presunto pago de comisiones.
Desde hace una década larga ha sido la persona en la que más ha confiado su progenitor. Ha dirigido sus campañas electorales y ha hecho acto de presencia en las dependencias federativas con frecuencia pese a no estar empleado. Ha dirigido u organizado multitud de cursos de derecho deportivo tutelados por la Federación. La investigación ha profundizando para saber si algunos de los ponentes fueron contratados con el fin de ser captados como potenciales clientes de su despacho. También se han investigado algunos amistosos disputados por la selección española por debajo de su caché frente a los países de federaciones que son clientes de un negocio que en los últimos años ha incrementado su facturación. Selecciones de la confederación suramericana, Conmebol, y Corea del Sur, con la que se han disputado varios amistosos en los últimos años, estarían entre las elegidas para desviar manera directa o indirecta los fondos de los encuentros disputados de manera en beneficio del despacho del hijo de Villar.
Supuesta extorsión
Gorka también está inmerso en un proceso derivado del FIFAgate, abierto en Uruguay, en el que se le acusa de extorsión y de haber utilizado las influencias de en relación con la venta de los derechos televisivos de los torneos de la Conmebol, de la que llegó a ser director general aupado por el ya fallecido Julio Grondona, expresidente del fútbol argentino, exvicepresidente de FIFA y considerado por Villar padre como el mejor dirigente de la historia del fútbol.
Eugenio Figueredo, expresidente de la Conmebol, fue detenido y luego extraditado en diciembre de 2016 desde Suiza a Uruguay, su país, donde confesó la corrupción que vivió durante sus 20 años en la Confederación Sudamericana de Fútbol. Ante un fiscal de su país, confesó práctica corruptas que salpicaban a decenas de dirigentes del fútbol mundial. E incluyó en ellas al hijo del presidente del fútbol español.
En los últimos meses Gorka Villar se había encargado de organizar la campaña electoral de su padre y las estrategias de defensa de su padre en los casos del Recreativo de Huelva y el Marino y del caso Haití. Incluso había concedido entrevistas defendiendo la figura de su padre y anunciando una apertura mediática de la dirigencia federativa así como una mayor transparencia de una institución que ha quedado muy tocada tras sus respectivas detenciones.
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