Ryan Lochte pide perdón a Brasil
El nadador estadounidense reconoce que no fue sincero y pide perdón por su comportamiento
El nadador estadounidense Ryan Lochte, medalla de oro en estos Juegos Olímpicos, acaba de pedir perdón por el escándalo que provocó al inventarse que fue atracado en Río de Janeiro el pasado domingo. “Me gustaría pedir perdón por mi comportamiento el fin de semana pasado, por no haber sido más cuidadoso y sincero a la hora de describir lo que ocurrió, y por haber desviado la atención de muchos deportistas que están cumpliendo su sueño de participar en unos Juegos Olímpicos”, dijo el nadador en Twitter.
En su comunicado, Lochte hace referencia al episodio de la gasolinera donde los nadadores destrozaron el baño y un guardia de seguridad les apuntó con un arma por estar descontrolados y querer marcharse sin pagar los destrozos. “Es traumático salir por la noche con tus amigos en un país extranjero –con la barrera de la lengua– y que un desconocido te apunte con una pistola y te pida dinero para dejarte ir. Pero independientemente del comportamiento de cada uno aquella noche, yo debería haber sido más responsable”.
El comité organizador aceptó las disculpas, pero lamentó la humillación que sintieron los brasileños con el incidente. “Nosotros hemos aceptado sus disculpas. Desde ayer, creemos que el pueblo brasileño se ha decepcionado con su actitud. Hay un millón de personas quejándose. El 2,5% de las menciones en Twitter son sobre el caso. La población brasileña se ha sentido humillada. Creo que el pueblo brasileño va a aceptar sus disculpas. Queremos que sean aguas pasadas. No creemos que este episodio quede marcado, lo que va a pasar a la historia son los deportistas, las ceremonias. La gente va a pensar en Phelps, en la actuación de Bolt”, explicó Mário Andrada, director de comunicación de la Río 2016.
La delegación estadounidense también pidió perdón el jueves por la noche por la farsa del atraco que sostuvieron cuatro de sus nadadores para ocultar una noche de fiesta con derecho a vandalizar una gasolinera. “En nombre del Comité Olímpico de los Estados Unidos, pedimos disculpas a nuestros anfitriones en Río y al pueblo brasileño por esta provocación que desvía la atención de lo que debería ser precisamente una celebración de la excelencia”, dijo en un comunicado el presidente del Comité, Usoc Scott Blackmun.
El resto de los deportistas de momento no se han manifestado públicamente sobre el incidente, un llamamiento que ha hecho el jefe de la Policía Civil de Río de Janeiro, Fernando Veloso. “Sería noble y digno por su parte pedir disculpas a los cariocas, que vieron manchado el nombre de su ciudad por una versión fantasiosa”, dijo el comisario.
El Comité afirma que no ha tenido acceso a la declaración completa de Gunnar Bentz y Jack Conger, que tras ser retirados del avión y confiscárseles los pasaportes ya se encuentran en los Estados Unidos, pero reconoce que se trató de un acto de vandalismo. Blackmun dice que entiende que los nadadores describieron la secuencia que la Policía Civil mostró al mundo a través de las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad: “Pararon en una gasolinera para ir al baño, donde uno de los nadadores cometió un acto de vandalismo. Después se produjo una discusión entre los deportistas y los guardias de seguridad armados de la gasolinera, que mostraron sus armas, ordenaron a los deportistas que salieran del vehículo y exigieron que pagasen por los destrozos. Tras recibir el dinero de los deportistas, les dejaron irse.”
El Comité lamentó el comportamiento de los nadadores. “El comportamiento de estos deportistas es inaceptable, no representan los valores del equipo de los EE.UU. o la conducta de la gran mayoría de sus integrantes. Vamos a analizar a fondo esta cuestión y sus posibles consecuencias cuando regresemos a los Estados Unidos”.
Tras declarar ante la Policía Civil que el supuesto atraco se lo había inventado Ryan Lochte, la justicia brasileña autorizó la devolución de los pasaportes a Bentz y Conger, que volvieron a los Estados Unidos el jueves por la noche. Jimmy Feigen, que mintió a la policía junto con Lochte y no estaba localizable, llegó a un acuerdo con la justicia por haber mentido sobre un falso crimen, delito que se castiga con hasta seis meses de prisión o una multa. El abogado del nadador anunció, según la ABC News, que Feigen donará, en concepto de multa, 35.000 reales (unos 10.800 dólares) para programas sociales.
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