Costa Rica se derrumba ante el veneno de Estados Unidos
Cuatro goles en cinco remates directos: los dirigidos por Jürgen Klinsmann fueron letales ante los espacios y los fallos de los ticos, casi ya eliminados
Un Estados Unidos eficaz a grados superlativos humilló de manera imprevisible a la Costa Rica que se pensaba competitiva para la Copa América Centenario y la dejó conectada a una ínfima probabilidad matemática para clasificar a segunda ronda.
Con cuatro goles en cinco remates directos a a marco, con menos posesión de balón y jugando más cerca de su marco, los dirigidos por Jürgen Klinsmann se sacudieron de todas las telarañas que le cayeron con la derrota 0-2 contra Colombia y se colocan a las puertas de acceder a los cuartos de final. Fue, sobre todo, una gran gota de miel en medio de cuestionamientos al alemán y de transición generacional en la selección.
Sin su estrella Keylor Navas (a las puertas del quirófano en Holanda después del título de campeón europeo con Real Madrid), Costa Rica presentó en Chicago una cara muy distinta a la que cualquier podía esperar de un equipo formado en su mayoría por los mismos jugadores que brillaron dos años atrás en Brasil 2014.
El técnico Óscar “El machillo’ Ramírez quiso arriesgar con un solo hombre en contención, Celso Borges (Deportivo La Coruña), pero acabó dejando los potreros abiertos para las estampidas atléticas de los estadounidenses. Fue casi ingenuo. Por ahí se gestaron la segunda y la tercera anotación de los anfitriones (Jermanine Jones al 36’ y Bobby Wood al 42’), después de un primer gol producto de un penalti ejecutado por Clint Dempsey al minuto 28.
De nada sirvió el ímpetu de los ticos al comenzar el juego, conscientes de que debía triunfar después del pobre 0-0 el sábado contra Paraguay. El gol desde los 11 pasos obligó a Costa Rica a abrir líneas y regalaron una pradera al capitán Michael Bradley y sus compañeros veloces de las bandas. Para peores, errores groseros de los defensores ticos se sumaron a la complacencia del árbitro ecuatoriano Roddy Zambrano en claras faltas contra los centroamericanos, incluido un empujón artero dentro del área contra el atacante Marco Ureña.
Para la segunda parte, Ramírez intentó tapar el hueco y volver a dos marcadores en el mediocampo. Llevó más peligro, sí, pero ya la moral estaba rota. El capitán Bryan Ruiz cabeceó directo a un vertical y el goleador Álvaro Saborío pasó demasiado rápido en la mejor bola del juego. Pasaba el tiempo y Estados Unidos parecía pensar más en los partidos siguientes, sin dejar de aprovechar cualquier error rival.
Iban a llegar más errores, como el del defensor Francisco Calvo, que perdió un balón en salida y volvió a dejar en apuros al arquero Patrick Pemberton, el desdichado sustituto de Navas. Graham Zusi, aquel que en 2009 sacó del Mundial de Brasil a Panamá en el tiempo extra y dio vida a México, volvió a demostrar cuán caro se pagaban los yerros esta tarde en Chicago.
Costa Rica se retiraba pendiente de un milagro aritmético según cómo resolvieran su duelo Colombia y Paraguay, o de algún resquicio en su partido del jueves contra los colombianos. Nada posible, a juzgar por el desempeño de Costa Rica en esta Copa América, tan ingrata con una selección que todavía –dos años después del Mundial- sufre de altas expectativas.
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