Boca Juniors echa a Daniel Osvaldo por fumar en el vestuario tras un partido
El atacante concluye su segunda etapa en el club con un escándalo
El delantero Daniel Osvaldo es otro argentino que se ha quedado sin trabajo, aunque en este caso, no se trataría de un despido sin justificantes. La dirigencia de Boca Juniors ha decidido rescindirle el contrato al jugador luego de una semana repleta de escándalos televisivos y varias conductas antideportivas en el encuentro que su equipo empató con Nacional de Montevideo, en Uruguay, por los cuartos de final de la Copa Libertadores de América.
Las estadísticas dirán que Daniel Osvaldo jugó 21 partidos en Boca, repartidos en dos ciclos entre 2015 y 2016, anotó 7 goles (todos en 2015) y ganó 2 títulos. Números muy por debajo de lo que se esperaba del atacante que supo formar una dupla poderosa junto a Carlos Tévez en la Juventus de Italia. Precisamente, son los colores de ese país los que el jugador nacido deportivamente en el Club Huracán defendió en varias oportunidades, y marcó 6 goles.
Luego del partido que Boca jugó en Montevideo contra Nacional de Uruguay, el atacante habría mantenido una fuerte discusión con el entrenador xeneize Guillermo Barros Schelotto. Al parecer, el mellizo lo habría encontrado a Osvaldo fumando un cigarro en el vestuario, en una actitud que tanto el cuerpo técnico como el resto del plantel y la dirigencia interpretaron como desafiante. Osvaldo, que venía de una larga inactividad por una fractura en el pie derecho, jugó apenas 5 minutos, al ingresar por Christian Pavón y no tuvo demasiado tiempo para revertir la mala imagen que dejó en el club de la Ribera. El presidente de la entidad, Daniel Angelici, había advertido que el jugador “tiene que acostumbrarse a jugar con dolor”, por la larga inactividad que arrastró.
El jugador no ocultó su malestar por la decisión de Barros Schelotto y cuando el encuentro terminó, decidió irse solo al vestuario al tiempo que sus compañeros se agrupaban en el centro del campo para saludar a los aficionados uruguayos, como indica la costumbre. Antes, había tenido un encontronazo con los hinchas de Nacional que le dedicaron una catarata de insultos (y algún que otro proyectil) cuando el ex Juventus les gritó el gol que anotó Frank Fabra para los Xeneizes. El preparador físico del equipo, Javier Valdecantos, fue quien tuvo que pedir disculpas a la tribuna por el desafortunado gesto del delantero.
Osvaldo tiene 30 años y tras militar en los clubes italianos Atalanta, Lecce, Fiorentina, Bologna, Roma, Inter y Juventus; Huracán de Argentina, Espanyol de Barcelona y Southampton de Inglaterra, llegó a Boca de la mano de su amigo Carlos Tévez. Tuvo una primera etapa donde festejó anotaciones pero no se consolidó como el centro delantero que el club necesitaba. Incluso, quedó eliminado de la Copa Libertadores de América a manos de River Plate, el principal rival. Según dicen sus allegados, ese período tuvo su fin cuando estallaron los problemas personales que Osvaldo mantenía con su pareja, la actriz Jimena Barón, quien lo denunció en la Justicia por violencia de género e incumplimiento en el pago de la pensión de alimentos para Morrison, el hijo de la pareja.
El exilio fue en el Porto de Portugal, donde anotó un solo gol. Para concretar su regreso, Boca se desprendió del delantero Jonathan Calleri, quien pasó al San Pablo de Brasil, donde ya anotó 12 goles. Osvaldo, en cambio, fue más reconocido por sus escándalos amorosos, sus fotos prohibidas y sus desplantes, todos hechos que motivaron el corte abrupto del contrato que tenía hasta 2017.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.