Perú rescata un punto ante una sorprendente Venezuela
En la última jugada del partido el equipo de Ricardo Gareca iguala el partido tras ir perdiendo por 0-2
La víspera del partido que disputaron en Lima la selección local y Venezuela no auguraba un partido tan igualado como el que se disputó en el estadio Nacional y que terminó con un empate a dos tantos. La Vinotinto llegaba como la víctima propicia para que el equipo de Ricardo Gareca sumara tres puntos y se acercara a los puestos que otorgan un boleto a la fase final del Mundial, cita a la que asistieron por última vez en 1982.
Pero después de un buen primer cuarto de hora, la selección de Noel Sanvicente, resistido por la afición y la prensa deportiva venezolana, tomó la manija del juego y plasmó en el terreno la idea que tanto predica el entrenador: presión alta en el medio, superioridad por las bandas y rapidez en las transiciones ofensivas encabezadas por Josef Martínez, del Torino de Italia. Fue la Vinotinto durante los primeros 45 minutos el equipo vertical que alguna vez soñó el técnico más ganador del fútbol local.
A la media hora Venezuela logró plasmar en el marcador su superioridad. Una combinación entre Rómulo Otero, figura del Huachipato de Chile, y Juanpi, la sensación del Málaga de Javi Gracia, provocó un penal que luego Otero cobró con un tiro esquinado y rasante. Hasta el final del primer tiempo la selección venezolana siguió mandando y convirtió al portero Pedro Gallese en la figura con tres notables intervenciones.
Perú no lograba asimilar el impacto de la derrota parcial en parte porque no había nadie que sacara el balón con claridad desde la zona de mediocentros. Ni Ballón ni Tapia podían habilitar a Christian Cueva y Jefferson Farfán, quien volvía a disputar un partido luego de tres meses.
Perú 2, Venezuela 2
Perú: Gallese, Advíncula, Zambrano, Ascues, Vargas; Tapia (Lobatón, m.51), Ballón, Cueva, Farfán (Flores m. 60), Guerrero y Pizarro (Ruidiaz, m.60).
Venezuela: Baroja, Faría, Vizcarrondo, Angel, Villanueva; Rincón, Figuera, Otero (Cermeño, m. 81) Juanpi (Guerra, m.70); Martínez (Peñaranda m.70) y Rondón.
Árbitro: Enrique Cáceres (Paraguay). Amonestó a Ballón, Zambrano, Pizarro, Figuera, Rondón y Baroja.
Venezuela llegaba con la urgencia de puntuar para no decirle adiós tan anticipadamente a la fase final del Mundial de Rusia. Inmersa, además, en una profunda crisis dirigencial y económica, que es el reflejo del país, en algún momento el presidente de la FVF sugirió que, debido a la falta de dólares, el equipo jugaría de local en Miami para obtener recursos en dólares. El equipo pareció despejar esa posibilidad con amor propio y dejando en el camerino los conflictos por los premios.
Le ha venido de maravillas a este equipo las prestaciones ganadas por su principal estrella, José Salomón Rondón, en el futbol inglés. Cada domingo Rondón debe luchar en soledad contra los corpulentos atacantes de la Premier League para procurarse opciones de gol en un equipo tan rácano como el West Bromwich Albion.
Ese mismo delantero ha vuelto a interpretar el personaje con su selección, que tampoco se caracteriza por brindarle muchas oportunidades. Rondón ganó varios duelos, provocó tiros de esquina y también fue solidario a la hora de colaborar en la marca. Inmenso también el mediocentro Arquímedes Figuera, del Deportivo La Guaira, y en general la línea defensiva, que, con el paso de los minutos, se fue asentando. Vizcarrondo confirmó su buen momento con el Nantes -exceptuando a la zaga del Paris Saint Germain integra la dupla central menos goleada de la Ligue 1 de Francia- y Wilker Angel y Mikel Villanueva se recuperaron de un inicio titubeante para darle firmeza a una zaga que por primera vez jugaba junta.
El segundo tiempo brindó la sorpresa de ver cómo se estiraba la ventaja a favor de la visita. Villanueva, canterano del Málaga, ficha del Atlético Malagueño, pateó a gol un tiro de esquina cobrado por Juanpi a los 57. De inmediato el entrenador Ricardo Gareca movió el banquillo. Con la entrada del veterano Carlos Lobatón, del Sporting Cristal, el mediocampo peruano ganó terreno y manejo. A ellos se sumaron Edison Flores y Raúl Ruidiaz. La selección de la franja roja sumó vértigo a su tradicional escuela de toques en corto.
Guerrero descontó cuatro minutos después de la anotación de Villanueva y Ruidíaz cabeceó a gol un centro desde la izquierda en la última jugada del partido. Venezuela pareció quedarse fundida y sin respuestas. Al equipo le falta fuelle para mantener el orden y la intensidad que pide Sanvicente. Pero el entrenador puede quedarse tranquilo. Pese a la decepción final esta Vinotinto, que renovó su elenco con jóvenes futbolistas, se está acoplando cada vez mejor a su idea después de año y medio de fracasos. El primer punto en la eliminatoria mundialista sabe a poco, pero es un premio para un equipo que por fin ha recuperado la competitividad.
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