La FIBA suspende a México por presiones políticas del Gobierno

El baloncesto mexicano disfruta de una de las generaciones más prometedoras de su historia. Tras casi 40 años de sequía, la selección nacional está a un paso de meter la cabeza en los Juegos Olímpicos de Brasil. Pero ahora mismo, la vuelta a la élite depende más de los despachos que del parqué. La federación mexicana ha sido suspendida por la FIBA, el órgano de gobierno internacional del baloncesto, debido a presiones políticas. “La injerencia del gobierno federal ha provocado una inestabilidad inaceptable", afirma en un comunicado emitido este viernes.

La Fiba acusa al gobierno mexicano de querer imponer a dedo a los integrantes de distintas federaciones. El origen del conflicto viene de lejos. La Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), dirigida por Alfredo Castillo Cervantes, un funcionario cercano al presidente mexicano Enrique Peña Nieto, había desautorizado a mediados de este año a los dirigentes de 10 federaciones olímpicas, entre ellas la de baloncesto, acusándoles de malos manejos de los recursos económicos.

Castillo tenía como fecha límite el pasado 20 de noviembre para reconsiderar su decisión y determinar si reconocía a la Asociación Deportiva Mexicana de Baloncesto (Ademeba), organismo que sí es reconocido por la FIBA, como la federación de este deporte. Sin embargo ese día se presentó una nueva solicitud de aplazamiento. Esta nueva prórroga fue rechazada por la FIBA este viernes y anunció la suspensión indefinida para México.

Para el Comité Ejecutivo de la FIBA un nuevo retraso no es aceptable ante las próximas competiciones de 2016. Además ha considerado que el proceso de reconocimiento de Ademeba no se puede dar como lo sugiere el titular de la Conade, quien quería que los dirigentes fueran seleccionados por él.

Un día antes de este anuncio, a través de una carta dirigida al gobierno de México, el Comité Olímpico Internacional (COI) le pidió que cesara su injerencia en asuntos de las federaciones.

Castillo Cervantes dirige la Conade desde abril de este año. Llegó al cargo sin ninguna experiencia previa en puestos deportivos y después de haber permanecido un año como comisionado especial en materia de seguridad en el problemático estado de Michoacán. Durante su gestión como comisionado sus acciones fueron fuertemente cuestionadas. Tras concluir su encomienda, los partidos de oposición lo llevaron a comparecer al Congreso mexicano.