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El Negro Cáceres vuelve a caminar después de seis años

El exdefensa del Zaragoza había quedado paralítico tras sufrir un asalto a mano armada

Alejandro Rebossio
Cáceres hace el saque de honor en un partido en su homenaje
Cáceres hace el saque de honor en un partido en su homenajeEFE

Fernando Cáceres, El Negro, ha vuelto a caminar. Despacio, con un bastón, pero ha dado sus primeros pasos después de seis años paralítico por una bala que unos ladrones descerrajaron en su cráneo en una noche en el Gran Buenos Aires (periferia de la capital argentina). El exdefensa del River Plate, Boca Juniors, Zaragoza, Valencia y Celta contó alguna vez que “esa cabeza que frenaba siempre pelotas paró una bala”. Y ese disparo lo dejó primero postrado y después en silla de ruedas, pero no lo ha vencido. En un vídeo que este miércoles difundió el exfutbolista del Zaragoza Xavi Aguado por Twitter, se lo ve caminando, con dificultad, pero dando unos pasos en un salón de una casa.

Cáceres se ha repuesto de a poco y ha creado un club de fútbol con el que sueña con la Segunda

Cáceres, de 46 años, nació en una familia pobre del Gran Buenos Aires, era el menor de seis hermanos y comenzó a jugar profesionalmente en 1986 en el Argentinos Juniors, el mismo club donde se inició Diego Maradona. Con el Pelusa jugó el Mundial de EE UU 1994. También vistió los colores del Córdoba e Independiente de Avellaneda y terminó su carrera en el Argentinos en 2007. Dos años después volvió a España para iniciarse como entrenador. Antes de partir definitivamente, visitó Buenos Aires para arreglar su partida y entonces ocurrió la noche trágica. Había ido a visitar a su madre Ramona en su casa en el suburbio de Ramos Mejía. "Pensar que mi vieja esa noche me pidió que no saliera. Lo mismo que uno de mis hermanos. No les hice caso y quise parar una bala con mi cabeza", contó en una entrevista este año con el periódico ‘La Nación’. Argentina es el país latinoamericano con más robos, pero uno de los tres con menos homicidios. Sin embargo, en la ciudad autónoma de Buenos Aires se conocieron este miércoles los datos que evidencian que el índice de asesinatos va en aumento: ha subido de 5,8 por cada 100.000 habitantes en 2010 a 6,8 en 2014.

Cáceres salió aquella noche en su BMW y en un suburbio vecino, Ciudadela, cuatro ladrones lo atacaron. "Apenas recuerdo que se bajaron de un auto (coche) y nada más. Pasó mucho tiempo”, contó este año. “Nunca jamás me salió la bronca por lo que pasó. Tampoco seguí la historia de los ladrones, no sé qué pasó con ellos, ya no me interesa”, relató hace un mes al periódico ‘Clarín’.

Hace tres años, en otra entrevista, le aclaró a la revista ‘Garganta poderosa’ que él estaba en contra de la “mano dura” contra los delincuentes. Y así lo siguió pensando pese a que en 2013 otros asaltantes robaron su casa, aunque sin herirlo esta vez. “La mano dura no sirve. Nunca insulté a los que me hicieron lo que me hicieron. Lo hicieron porque no tuvieron otra salida para intentar hacer otra cosa. No los justifico. Eso no está bien, está claro. A ellos les pareció lo más simple. Mientras ellos planean una estrategia para robar, yo pienso en una estrategia para que mi equipo gane”, cuenta El Negro, que hace dos años se decidió a crear una fundación que contuviera al Fernando Cáceres Club de Fútbol (FCFC).

Su club juega en la liga local de Luján, una ciudad a 70 kilómetros al oeste de Buenos Aires, y entrena y recluta jugadores de 16 a 24 años de uno los municipios más pobres de la periferia, La Matanza. El gobernador de la provincia de Buenos Aires y excandidato presidencial kirchnerista, Daniel Scioli, le cedió un terreno para que practicaran. “La idea es sacar a los chicos de la calle con el deporte como conductor del proyecto. Buscamos jugadores en la edad en que definen buena parte de su vida”, cuenta Cáceres. Allí va todos los días dos horas. Y otras tres las dedica a la rehabilitación, con natación incluida. Hace un mes decía: “Sueño con caminar”. Ya lo está logrando. “Después sueño llevar el equipo hasta el Nacional B (Segunda División), una locura, pero se puede dar. Tengo jugadores interesantes y no creo en imposibles”, confía Cáceres, que con algo de religión, mucho de su novia y sin rencor cree que el ataque lo hizo mejor persona.

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