James se estrella ante el muro de Argentina y complica a Colombia

Una Argentina sólida pero insulsa fue suficiente para llevarse la victoria ante Colombia, con más coraje que cabeza, falta de ideas, una lacra que acumula los suficientes partidos como para que empiece a cundir la intranquilidad camino del Mundial de Rusia. No pudo hacer nada James, que buscaba redimirse en la víspera del Clásico contra el Barcelona. El 10 del Madrid y Colombia fue sepultado por el centro del campo argentino, en buena parte por Mascherano, con quien se volverá a ver el sábado en el Bernabéu.

Había decidido poblar Pekerman el centro del campo de jugadores, confiando en que Macnelly y James le diesen la movilidad al juego que le ha faltado al cuadro cafetero desde el Mundial de Brasil. En la punta, Bacca y Teo, la dupla barranquillera, ante su público, no supieron aprovechar la teórica fragilidad defensiva argentina. Apenas crearon peligro los colombianos en la primera mitad. De poco le sirvió al ‘10’ del Madrid haberse reivindicado días atrás. “Esto para los que dicen que no estoy bien”, dijo en clara referencia a su técnico en Chamartín, Rafa Benítez, tras marcar el empate ante la campeona de América. En el Metropolitano, James salió pasado de revoluciones, sin brújula que guiase a un equipo carente de liderazgo dentro y fuera del campo. Mascherano, un káiser en el mediocampo, con un imán pegado a la bota y Banega también pusieron de su parte para anular al capitán colombiano.

Supo sobreponerse Argentina del empuje inicial de los locales. La albiceleste, necesitada de una victoria después de firmar dos empates en los tres primeros partidos clasificatorios, su peor arranque en la historia en el camino hacia un Mundial, plantó un equipo sólida. Optó el Tata Martino por el control del balón, lo que terminó por darle sus frutos a los 20 minutos. Un balón perdido por Teo propició una contra con superioridad para Argentina. Lavezzi se llevó consigo a Ospina, horrible en la salida y el centro del jugador del PSG acabó en las botas de Biglia, que apenas tuvo que empujar el balón para adelantar a la albiceleste.

Colombia puso el empeño, pero el balón era propiedad de Argentina, que se confió a Di María e Higuaín, amparados detrás por el fortín que suponía Mascherano. Plagado de bajas, sin Messi, Agüero, Tévez ni Pastore, la albiceleste, subcampeona del mundo, sigue lejos de su mejor versión, por lo que quizás esta victoria, en una salida complicada, tenga mejor regusto.

La victoria supone un balón de oxígeno para la Argentina de Martino, que enfila la quinta jornada con cinco puntos, y deja en una situación complicada a Colombia y a su técnico, Pékerman, cuestionado desde la pasada Copa América. El entrenador argentino no termina de dar con la tecla que reanime a un equipo inferior ante los rivales de peso –Uruguay, Argentina o Chile- y que se ha instalado en pocas jornadas en la parte de baja de las clasificación del grupo.