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Tévez interrumpe cuatro años de sequía liguera para Boca

El club más popular de Argentina gana el primer torneo de Primera con 30 clubes

Alejandro Rebossio
Carlos Tévez celebra el triunfo del Boca Juniors.
Carlos Tévez celebra el triunfo del Boca Juniors.J. MABROMATA (AFP)

El Boca Juniors, el club más popular de Argentina, ha vuelto a gritar un campeonato. Este domingo, después vencer 1-0 al Tigre en la penúltima jornada, el xeneixe logró su 25º liga de la mano del llamado ‘jugador del pueblo’, Carlos Tévez, que a mitad de temporada regresó a Argentina después de 11 años de éxitos en el extranjero. Allá adonde va El Apache gana algún título o al menos forja alguna hazaña. Y esta vez, a sus 31 años, tampoco falló.

Tévez había ganado antes solo una liga con el Boca, hace 12 años. Entonces era un joven juerguista e indisciplinado. Nada que ver con El Carlitos que ha regresado como líder maduro de la plantilla, aquel que reta a los compañeros que se exceden en la comida y la bebida o que se esfuerzan poco en el campo de juego. Claro que sigue intacta la calidad de Tévez, aquella aque había conducido al Boca a ganar la Copa Libertadores de América y la Intercontinental también hace 12 años. Y así lo ha demostrado en esta liga argentina, la primera que se ha jugado con el nuevo formato de 30 clubes, en lugar de los 20 que había hasta 2014.

En un invento con la intención de descentralizar una liga concentrada en Buenos Aires, la Asociación del Fútbol Argentina (AFA) sumó más equipo a Primera. El año pasado había 12 clubes de la capital y sus suburbios y ocho de otras ciudades. En 2015, 16 de Buenos Aires y sus suburbios y 14 del resto de Argentina, incluido Rosario Central, que peleó la liga hasta este domingo gracias a los goles de Marco Ruben. La ampliación de la liga trajo aparejados muchos partidos mediocres y con pocos goles entre equipos habituados a jugar en Segunda.

Jugadores de Boca Juniors celebran su victoria.
Jugadores de Boca Juniors celebran su victoria.N. Aguilera (EFE)

Pero no todos los méritos del Boca son solo de Tévez, que volvió en julio pasado. El equipo que dirige Rodolfo Arruabarrena, exdefensa del Villarreal, peleó por el campeonato desde sus inicios, en febrero. El Vasco, que ya había logrado un subcampeonato de liga con el Tigre en 2012, le imprimió al Boca una ofensividad que lo convirtió en el más goleador del certamen, con 48 tantos. Ganó 20 partidos, empató cuatro y perdió cinco. En la portería se destacó el a veces agresivo Agustín Orión. En defensa, la juventud de Gino Peruzzi y la experiencia del ahora lesionado Cata Díaz, de 36 años y pasado en el Atlético de Madrid. En el medio campo fueron baluatres Fernando Gago, que también acabó la temporada lesionado; Pablo Pérez, el exjugador del Málaga que brilló por sus asistencias; Marcelo Meli, con su habilidad puesta al servicio de la ofensiva, y el uruguayo Nicolás Lodeiro, otro que llegó a mitad de campeonato para aportar sus pases de gol. En el ataque sobresalió Tévez, no solo con sus anotaciones sino retrasándose en el campo para crear juego, y el goleador Jonathan Calleri, de 22 años. En el banquillo otro delantero aportó sus asistencias y sus tantos, Sebastián Palacios.

Tévez se había ido del Boca en 2003, un año después de ganar la Copa Intercontinental

En sus 11 años de ausencia en Argentina y en el Boca, Tévez le había dado ligas al Corinthians, a los Manchester United y City y la Juventus. También había obtenido una Champions League y un Mundial de Clubes con el United en 2008. Solo no fue campeón con el West Ham, pero lo salvó de caer en Segunda en 2007. Carlitos ya estaba cansado de vivir tantos años lejos de sus amigos del humilde y peligroso Fuerte Apache, a esos que sigue visitando cada semana, lejos de su familia y de su Boca, y por eso decidió regresar, y hacerlo en buena forma. No quiso volver en el ocaso de su carrera, como otros de sus colegas argentinos que extienden su estancia en el extranjero con tal de sumar más millones.

Carlos Tévez celebra con su hijo en brazos.
Carlos Tévez celebra con su hijo en brazos.A. PAGNI (AFP)

Este domingo, ante el Tigre, otra vez Tévez condujo a su equipo al ataque. Pero El Matador se plantó bien en defensa y anuló cualquier insistencia xeneixe en los primeros 40 minutos de juego. En el 41 se quebró la fortaleza. En un tiro de esquina muy bien ejecutado por Lodeiro apareció en el primer palo el defensa Fabián Monzón, con un tremendo cabezazo que coronó su buena actuación en este partido decisivo. En el segundo tiempo El Apache fue protagonista en varias jugadas que él o sus compañeros no supieron definir. El y su entrenador Arruabarrena sabían que estaban obligados a ganar esta liga, y han cumplido. Ahora es tiempo de festejar, como bien lo saben hacer los hinchas xeneixes.

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