Argentina solo consigue un empate en Paraguay

Los dirigidos por Gerardo Tata Martino llegaron a Asunción con incertidumbre por la pobre imagen que habían dejado cinco días antes en el 0-2 con Ecuador, la primera derrota albiceleste en Buenos Aires en 22 años. Arribaron también con el ansia de demostrar que también podían ganar sin Lionel Messi. Y con ese espíritu entraron al Defensores del Chaco y mostraron una defensa más ordenada, un medio campo más adelantado y algunas jugadas de ataque, pero volvió a faltar la precisión, el regate, el gol. Otra vez estuvo ausente Messi. Al menos Argentina se llevó un punto, un 0-0, en la visita a Paraguay, en la segunda jornada de las eliminatorias sudamericanas para Rusia 2018.

La defensa argentina, en la que ingresaron en este partido Pablo Zabaleta y Ramiro Funes Mori en lugar de Facundo Roncaglia y Ezequiel Garay -que iba a ser padre-, tuvo menos dificultades para salir jugando que ante Ecuador. No obstante, la presión de un movedizo Lucas Barrio y un punzante Darío Lezcano, debutante en la selección paraguaya porque Raúl Bobadilla también viajó para el nacimiento de su hijo, derivaron en jugadas en las que Sergio Romero debió intervenir. Matías Kranevitter, el centrocampista de 22 años del River Plate que reemplazó al lesionado Lucas Biglia, y Javier Mascherano se proyectaron un poco más adelante que ante la Tricolor y redujeron un poco la aún extensa distancia entre la zaga y el ataque que persiste en la albiceleste en los tiempos de Martino. Arriba siguió desaparecido Javier Pastore e impreciso Ángel Di María, pero se combinaron bien Carlos Tévez y Ezequiel Lavezzi para crear un par jugadas de gol en la primera etapa. Con menos toque y sorpresa que Argentina, Paraguay también amenazó la portería de Romero, que contuvo remates certeros de Derlis González y Lezcano.

En el segundo tiempo se alternaron los ataques rápidos e imprecisos de un lado y el otro. Argentina fue superior mientras estuvo Tévez, que se retrasaba en el campo para orquestar las jugadas. Pero a los 28 minutos fue reemplazado tras un golpe en la nariz que le dificultó la respiración. En su lugar entró Paulo Dybala, el atacante de Juventus que debutaba con la selección argentina. No tuvo el mejor estreno: envió a los 41 un remate muy desviado tras un buen pase que le dejó en buena posición Erik Lamela, que sustituyó a Pastore. Cualquiera de los dos equipos podría haber anotado, pero ninguno contó con la capacidad para hacerlo. Romero y su defensa frenaban los contragolpes de Lezcano y Federico Santander, que ingresó por Barrios. Tanto este atacante del Palmeiras como el centrocampista Néstor Ortigoza se retiraron lesionados. Los dos tienen en común además que nacieron y se criaron en Argentina, pero se nacionalizaron paraguayos porque sus padres lo eran y tenían la posibilidad de jugar con la selección albirroja. También es argentino el seleccionador paraguayo, Ramón Díaz, que buscaba una revancha frente a Martino después de que la albiceleste lo goleara 6-1 en las semifinales de la Copa América de Chile en julio pasado. Pero aquella vez estaba Messi, que sin anotar ninguno de los seis sirvió el juego a sus compañeros.

Después del desquicio del 0-2 contra Ecuador, Argentina se puede dar por conforme, auque sus hinchas no lo estén. Intentó ganar, hizo un poco más que Paraguay y al menos rescató un punto en la difícil Asunción. Mejoró su pálida actuación contra Ecuador sobre la base de esfuerzo, pero le faltaron los regates de Messi para brillar y anotar y le sobró la velocidad inconducente. Aun le faltan dos partidos más sin La Pulga, en noviembre próximo, ante Colombia y Brasil, y después disputada otros 14 con el mejor del mundo. Deberá pasar el trance. En el cuerpo técnico de Martino sueñan con que pueda volver antes, contra la verdeamarela. Se verá. Mientras tanto, el Paraguay de Díaz, que venía de vencer 0-1 a Venezuela, tendrá que mejorar en el juego colectivo si anhela clasificarse otra vez a un Mundial, después de su ausencia en Brasil 2014.