Nadal recurre a las células madre

Toni Nadal, tío y entrenador del campeón de 14 grandes del tenis, confirmó ayer en una entrevista con la agencia DPA que su sobrino Rafael ha decidido acudir a las células madre para tratarse la espalda. El mallorquín sufrió "un bloqueo" en la zona lumbar durante la final (perdida) del Abierto de Australia 2014; jugó infiltrado "y con la espalda dormida" Roland Garros; penó durante toda la temporada; y ahora aprovecha que ha renunciado a la Copa de Maestros para operarse por laparoscopia de un plastrón apendicular para también intentar solucionar esa dolencia. Se trata de un tratamiento, según fuentes médicas conocedoras del caso, "que no está al alcance de todo el mundo por su coste, y de una técnica poco frecuente".

A Rafael le duele la espalda desde que jugó en Australia, no se consiguió curar del todo"

"A Rafael le duele la espalda desde que jugó en Australia, no se consiguió curar del todo", explican fuentes que conocen al detalle su estado físico. "Le duele cuando saca y no se siente con libertad de movimientos", añaden.

Las células madre necesitan un periodo de tres semanas "para reproducirse y que se las puedan volver a inyectar". El tratamiento, que también están empezando a utilizar futbolistas, es "doloroso", y en el caso del número tres mundial incluye que se le practiquen dos aparatosos agujeros que le condenan a la inactividad durante cinco días. Su problema, del que nadie aclara si es muscular o de desgaste en un disco vertebral, es la tendencia a las sobrecargas. Teme quedarse "clavado", como dicen los tenistas, con los músculos totalmente bloqueados. Por eso este año el español ha seleccionado mucho dónde y cuándo sacar a la máxima potencia. Por eso confía ahora en las propiedades de las células madre, que deberían contribuir a regenerar y reparar la zona dañada. Y por eso el español, que ya utilizó plasma autólogo rico en factores de crecimiento para solucionar las tendinitis de las rodillas, se atreve con un tratamiento poco habitual, "que puede que funcione o no", como dicen en su entorno.

A los 28 años, el campeón de 14 grandes ha completado un curso de sinsabores. Pese a que celebró el título de Roland Garros, jamás disputó una gira de arcilla más amarga (además de en París 'solo' ganó en Madrid) y los dolores del cuerpo marcaron a fuego su calendario. Así, el balear debió renunciar a los dos Masters 1.000 norteamericanos del verano y al Abierto de Estados Unidos por una lesión en la muñeca derecha que le apartó durante tres meses del circuito. Esa molestia, que apareció cuando golpeó mal un revés durante un entrenamiento, estuvo acompañada por los dolores en la espalda, y luego, cuando por fin se reincorporó al circuito, por el principio de apendicitis que le afectó en el Masters 1.000 de Shanghái. Demasiados problemas como para tener continuidad en 2014.

En consecuencia, Nadal ha renunciado al Masters 1.000 de París-Bercy y a la Copa de Maestros. Después de revisar el estado de las rodillas, superar el problema de la muñeca y operarse el apéndice, toca atacar el problema de la espalda para evitar que se cronifique. Detrás de todas sus decisiones del último trimestre siempre gobierna la misma idea: que nada perturbe la pretemporada con la que quiere asaltar el próximo curso a pleno rendimiento: "Lo que menos quiero es arriesgar el inicio de 2015", dice.