¿Un equívoco o una grosería? La polémica de un uniforme ciclista

La polémica está servida en Colombia a cuenta del uniforme que utilizó un equipo femenino de ciclismo local que compitió el fin de semana pasado en el Giro de la Toscana (Italia). El revuelo empezó con una fotografía difundida en redes sociales que se volvió viral, en la que las seis pedalistas posaron con un maillot que da la impresión de ser transparente justo en la parte que va del abdomen a los muslos, con lo que pareciera que estuvieran semidesnudas. Pero lo cierto es que se trata de una tela color piel.

Las burlas iniciales en la prensa internacional y en las redes sociales se transformaron rápidamente en un debate que ha ocupado a los medios locales durante los últimos dos días, por lo que la creadora del particular uniforme, integrante del equipo, ha tenido que dar explicaciones sobre su diseño, así como sus directivas y también los patrocinadores del equipo.

El presidente de la Liga de Ciclismo de Bogotá, Carlos Ferreira, salió en defensa de las velocistas, asegurando que ese diseño había sido consultado y avalado no solo por las jóvenes, sino también por quienes financian el equipo que son una fundación universitaria, una empresa privada que produce suplementos vitamínicos y el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) de Bogotá. Sin embargo, este último publicó en su cuenta de Twitter, que no existió tal consulta sobre la peculiar franja de color beige y que solo apoyaron el viaje a Italia. Aun así, el alcalde Gustavo Petro tuvo que entrar al debate para aclarar que el uniforme lo usan desde febrero y que Bogotá seguirá apoyando a las deportistas.

No nos pareció desagradable y necesitábamos el uniforme para competir, porque no teníamos más dotación" Angie Tatiana Rojas, diseñadora

Para Ferreira, la avalancha de críticas son infundadas ya que el maillot "fue creado sin malicia”, y su creadora, Angie Tatiana Rojas, no tenía la intención de insinuar ni de “utilizar a la mujer para promocionarla o para que ella sea un instrumento para mercadear el producto de los patrocinadores de este equipo”, según lo registra la revista Semana. También dijo que la fotografía genera una distorsión por el efecto de la luz que ha sido tomada en doble sentido.

La diseñadora también ha explicado que el color beige era en realidad dorado, uno de los colores oficiales que utilizan los patrocinadores, además del rojo y el amarillo de la bandera de Bogotá. “Pero al imprimir en la tela quedó de ese color beige. Y por el afán de irnos a competir a El Salvador, en febrero, decidimos dejarlo así. No nos pareció desagradable y necesitábamos el uniforme para competir, porque no teníamos más dotación”, señaló la joven a BBC Mundo, que agregó a su defensa que es la primera vez que se genera tal rechazo.

Pero otra cosa piensa la Unión Ciclista Internacional, UCI. Su presidente Bryan Cookson calificó el diseño de “inaceptable para el índice de decencia” y anunció que estudiará el caso tras la lluvia de críticas que ha recibido el traje de las ciclistas. La discusión al final se ha zanjado entre los que consideran que el uniforme simplemente es de mal gusto, o que es feo, y los que siguen insistiendo en que explota la sexualidad de la mujer de manera inaceptable. Este miércoles, las ciclistas llegan a Bogotá donde darán una rueda de prensa para referirse a su uniforme y donde muy seguramente no serán sus logros deportivos los protagonistas.