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Mundial maldito para Inglaterra

Hodgson prefería el ‘grupo de la muerte’ a la selva y le tocó todo: Italia en Manaos y más de 4.000 kilómetros de traslados

El estadio Arena de Amazonia, en Manaos, en obras en octubre.
El estadio Arena de Amazonia, en Manaos, en obras en octubre. Jose Zamith de Oliveira Filho (AP)

De nada sirvió la voluntad explícita del técnico inglés, Roy Hodgson, de que su selección no tuviese que jugar el Mundial en Manaos, en el Estado brasileño del Amazonas, al norte del país. Su deseo no solo no se cumplió con el sorteo de la FIFA de este viernes, sino que además le tocó uno de los grupos más complicados, con Italia, Uruguay y Costa Rica.

Hodgson dijo esta semana que prefería enfrentar un grupo de la muerte a tener que jugar en la capital del Amazonas. Ahora, tendrá que recorrer 4.464 kilómetros solo en la primera fase. Después del estreno, dejará Manaos y jugará en São Paulo (a 3.800 kilómetros) y después en Belo Horizonte (a más de 800 kilómetros de São Paulo).

En la capital del Amazonas, durante el Mundial, la temperatura oscilará entre los 22 y 34 grados. “El clima tropical de Manaos es el problema”, señaló Hodgson. “No soy especialista sobre el lugar, estoy solo repitiendo lo que todo el mundo me ha dicho. Manaos es el lugar a evitar y Porto Alegre el ideal para jugar. Manaos será difícil para todo el mundo, incluso para los argentinos, chilenos y colombianos, pero para los jugadores del norte de Europa será un poco peor. Uno tendrá más oportunidades si se queda en una sede con el clima más agradable”.

Roy Hodgson, seleccionador de Inglaterra, durante el sorteo en Bahía
Roy Hodgson, seleccionador de Inglaterra, durante el sorteo en BahíaClive Mason (Getty)

El alcalde de Manaos, Artur Virgílio respondió de manera contundente: “Nosotros también preferimos que Inglaterra no venga. Esperamos que venga una selección mejor, con más fútbol y un técnico más sensible, culto y educado. [Hodgson] es una de las pocas personas del mundo que no tiene curiosidad acerca del Amazonas y no sueña con conocer Manaos”.

Según la presentación que hizo la FIFA, el estadio Arena Amazonia “puede no ser un escenario tradicional del fútbol brasileño, pero ciertamente atraerá un gran número de aficionados gracias a su localización privilegiada, en el corazón de la mayor selva del mundo”. El presupuesto de las obras para la construcción del nuevo estadio gira en torno a 605 millones de reales (191,6 millones de euros), según un informe del Sindicato Nacional de Arquitectura e Ingeniería (Sinaenco).

En Brasil se debate sobre el legado real que dejará el Arena Amazonia después del Mundial. Hubo hasta una propuesta inusitada del magistrado Sabino Marques, del Tribunal de Justicia de la región, para que el espacio sirviera para distribuir presos antes de enviarlos a las correspondientes prisiones. Una encuesta elaborada por Pluri Consultoría, que realiza estudios en el mercado deportivo, muestra que el campeonato regional del Amazonas presentó este año una media de público de 807 personas por partido. Ese número representa menos del 2% de la capacidad del Arena Amazonia durante el Mundial. El Amazonas se colocó el 19º de 27 estados en cuanto a la asistencia media de público al fútbol.

Nosotros también preferimos que Inglaterra no venga. Esperamos que venga una selección mejor, con más fútbol y un técnico más sensible, culto y educado" Artur Virgílio, alcalde de Manaos

El Mundial se celebrará del 12 de junio al 13 de julio, al final del otoño brasileño. Los equipos que más sufrirán con las oscilaciones de temperatura y con los largos desplazamientos serán los del grupo D. El grupo de la muerte, en el que además de Inglaterra están Uruguay y Costa Rica, repartirá sus partidos en otras tres ciudades del cálido Nordeste: Fortaleza (hasta 29 grados), Natal (29), Recife (27).

Los equipos que resultaron más beneficiados porque harán desplazamientos más cortos serán los del grupo H, formado por Bélgica, Corea del Sur, Rusia y Argelia. Los partidos se jugarán en Belo Horizonte, Río de Janeiro y São Paulo (todas en el sureste), Curitiba y Porto Alegre (en el sur), además de Cuiabá, en el centro oeste del país. Bélgica, el cabeza de serie, recorrerá solo 699 kilómetros, una distancia corta dadas las dimensiones del Brasil.

Además de las distancias entre las ciudades, los equipos se encontrarán problemas estructurales como obras viarias que están atrasadas y estadios en los que ya ocurrieron accidentes fatales.

El mes pasado, dos trabajadores murieron tras el desplome de una grúa en las obras para acondicionar el Arena Corinthians, el llamado Itaquerão, en la zona este de São Paulo, donde se jugará el partido inaugural entre Brasil y Croacia el jueves 12 de junio. Antes, otros dos hombres habían muerto en obras de los estadios. Uno en el Brasilia, en junio del año pasado, y el otro, en marzo de este año, en Manaos.

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