"Suena mal decirlo después de perder, pero hemos jugado muy bien"
Guardiola, que pierde la primera final de las siete que ha disputado desde que entrena al Barça, refuerza la moral de sus jugadores
Sí, es posible que los más veteranos como Xavi o Puyol, o los que proceden de otros clubes como Adriano, Mascherano o Villa, sepan lo que es perder. Otros, los que han forjado la leyenda de este Barcelona admirado por su delicado cuidado del balón, los Messi, Piqué, Busquets o Pedro que se han hecho grandes en el equipo de Pep Guardiola estos tres últimos años, no están tan familiarizados con la derrota. Menos si ésta es contra el gran rival. En la primera final del curso. La primera que se pierde de las siete que ha jugado el Barça de Guardiola.
El técnico tiene ahora la labor de lograr que la tristeza sea momentánea. La Liga y la Champions todavía están en juego. "Siempre es mejor ganar que perder, pero nos tenemos que recuperar. La vida es así. No se puede ganar siempre. Nos levantaremos, claro que sí. Solo faltaría. Estos jugadores saben hacerlo, llevan muchos años haciéndolo", dijo el entrenador al finalizar el partido.
Dijo Guardiola lo que dice casi siempre: que estaba enormemente orgulloso de sus jugadores. Llegaron las flores a los suyos tras felicitar al Madrid, que jugó "muy parecido a como lo hizo en el Bernabéu", en el último partido de la Liga: "juego directo, segundos balones, todo muy rápido; han cambiado matices y jugadores pero el concepto ha sido el mismo".
No le sorprendió Mourinho, como tampoco se desdibujó el Barça, reconocible en el campo cada fin de semana, cada vez que se cita con el fútbol, un martes o un miércoles. "Yo estoy encantado por cómo hemos jugado. En la primera parte nos ha costado encontrar el ritmo. En la segunda hemos tenido el control, buscábamos la profundidad. Hemos jugado muy bien. Sé que suena mal decirlo después de perder. Pero hemos jugado una muy buena segunda parte y una muy buena prórroga. Estamos satisfechos de nuestro juego. Obviamente, no por el resultado", afirmó.
Al entrenador le preocupa el próximo encuentro, contra Osasuna, encajonado entre tanto clásico, entre una final de Copa y unas semifinales de Liga de Campeones: "Preparemos primero el partido del sábado", clamaba Guardiola cuando se le preguntaba por el Madrid: "Hay tiempo para pensar en qué hemos fallado. Al final este tipo de partidos los marcan los detalles. Hay que digerir esto ahora. Hay que levantarse. Queda poco para acabar el año. Y tenemos el partido de Liga muy cerca", añadió.
Reconoció el golpe moral que había recibido el equipo. "Están más tristes que si hubieran ganado, claro, pero entendemos que esto es parte del juego. Intentaremos no desunirnos, algo que seguro no pasará. Tendremos que cerrar la Liga y jugar la semifinal de Champions, a ver si llegamos a Wembley". "No siempre gana el mejor. Hay que aprender de ello y levantar los ánimos", dijo Sergio Busquets, que entiende, igual que Guardiola, que si el Madrid sale reforzado por la victoria, el Barça puede aprender de la derrota: "Nosotros también saldremos reforzados a nuestra manera", apuntó el entrenador.
Y habló también Xavi, tan serio como satisfecho: "Cuesta de digerir. Pero tenemos que estar muy orgullosos de la final que hemos hecho. Es una pena pero el fútbol siempre te ofrece una revancha, así que esperemos que la Champions sea para nosotros", se decía. "Hay que levantarse. Quedan cosas muy bonitas por delante, como la eliminatoria de la Champions que nos llevaría hasta la final", explicaba Villa.
Para este tramo final del campeonato el Barça podría perder a otro defensa. Adriano, que fue sustituido ya en el tiempo de prórroga al notar un pinchazo tras realizar un gran esfuerzo frente a la amenaza de Cristiano Ronaldo, sufre una lesión en el adductor de la pierna derecha. Los servicios médicos le someterán mañana a más pruebas para determinar el alcance de la lesión.
El sábado nos queda la Liga. Tenemos que pelear para ganarla y para ganar la Champions también, los dos mejores títulos están todavía en juego", zanjó Xavi, ese que lleva la manija del Barça.
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