El rodillo holandés

El entrenador de Holanda, Bert Van Marwijk, era un veinteañero cuando vio perder a su país las finales de los Mundiales del 74 y 78. Hoy, el técnico de La Oranje se encuentra a un partido de hacer el Mundial perfecto y ganar todos los partidos desde que en 2008 comenzara la clasificación para Sudáfrica. Van Marwijk ha transformado al equipo en una cosechadora de resultados aparentemente infalible, cuya última prueba será la final del Mundial que disputará ante España.

Tanta es la sed de triunfos de esta selección y su capacidad para lograrlos que fue el primer país europeo en conseguir los billetes para el Mundial africano y el primero en meterse en los octavos de final. Durante los ocho partidos de la fase de clasificación, Holanda sumó 17 tantos a favor, por tan solo dos en contra. Eso sí, nueve de las 14 victorias consecutivas que lleva Holanda han sido por un único gol de diferencia. Sin embargo, consiguió más puntos (24) que el segundo y tercer clasificados juntos: Noruega y Escocia, con 10 cada uno.

Van Marwijk sorprendió con la suplencia de Huntelaar en el Mundial. Después de haber sido el máximo realizador de la fase previa junto a Kuyt, con tres goles cada uno, el jugador del Milan ha perdido el puesto en favor de Van Persie. El madridista Van der Vaart, otro de los fijos durante la clasificación, ha sido reemplazado en los planes del entrenador por un ex compañero, Wesley Sneijder, cuya sensacional temporada en el Inter, con el que ha ganado Scudetto, Coppa y Liga de Campeones, le ha asegurado el puesto.

Al llegar a Sudáfrica, los medios le preguntaron a Van Marwijk cuál era su objetivo en el Mundial. El técnico respondió que el título de campeón, de lo que se mofaron abiertamente varios periodistas. Tras ganar en los cuartos de final a Brasil, el entrenador exclamó: "¿Quién se ríe ahora?". Una carcajada que aún le dura tras la victoria en las semifinales ante Uruguay y que tratará de mantener hasta el domingo por la noche. Holanda va en serio.