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LIGA | VALENCIA 1 - MALLORCA 1

El miedo castiga al Valencia

Un cambio defensivo de Emery agarrota a su equipo, que empata ante un sobrio Mallorca

Un cambio defensivo de Emery castigó duramente al Valencia. Con dos puntos. El miedo se apoderó del técnico vasco en el último cuarto . Dio paso a Alexis en vez de a Pablo Hernández, el equipo interiorizó el mensaje defensivo, la tensión venció a Bruno y el lateral derecho se colgó encima de Castro sin venir a cuento. El penalti lo transformó con serenidad Borja Valero por el centro y a media altura. El Mallorca obtuvo premio a su sobriedad y paciencia. Y el Valencia, mucho mejor hasta el momento del pánico, echó por tierra su superioridad.

Antes, la voracidad de Villa le birló un gol de cabeza a Silva, anulado por fuera de juego del Guaje, que no pudo evitar tocar un balón que entraba. La fortuna le dio la espalda a Silva, retirado a la media hora tras una distensión en la rodilla. Una lesión que enfrió el notable arranque del Valencia, que perdió la fluidez de los primeros minutos. Entró Joaquín y Emery reestructuró el equipo. El extremo gaditano, a la derecha; Pablo, a la izquierda, y Mata ocupó el vacío de Silva.

Valencia 1 - Mallorca 1

Valencia: César; Bruno, Navarro, Dealbert, Mathieu (Zigic, m. 87); Pablo (Alexis, m. 78), Albelda, Banega, Mata; Silva (Joaquín, 29) y Villa. No utilizados: Moyà; Marchena, Baraja y Jordi Alba.

Mallorca: Aouate; Josemi, Nunes, Ramis, Ayozé; Víctor (Pezzolano, m. 78), Martí, Mario Suárez (Julio Álvarez, m. 65), Castro; Borja Valero; y Aduriz (Webó, m. 75). No utilizados: Lux; Rubén, Tuni y Mattioni.

Goles: 1-0. M. 47. Villa aprovecha un disparo desviado de Banega. 1-1. M. 84. Borja Valero, de penalti.

Árbitro: Iturralde González. Amonestó a Mario Suárez, Ayozé, Banega, Aduriz, Ramis, Josemi, Villa, Aouate y Zigic.

Unos 40.000 espectadores en el estadio de Mestalla.

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El Mallorca fue sintiéndose importante a medida que pasaba el partido y las distancias se acortaban. Manzano ordenó a sus chicos esperar, con mucha gente por detrás del balón. Les pidió paciencia. Y encontró una manera de hacer daño al Valencia: la banda derecha. Allí envió a Gonzalo Castro, que burló a Mathieu con cierta facilidad.

Tras un bajón físico y otro anímico por la indiferencia de Maradona, Banega volvió con personalidad a la titularidad. Participó muchísimo, como en el arranque del campeonato, se equivocó a menudo en los pases, pero siempre fue una referencia tanto en el corte como en la creación. Le arropó un finísimo Albelda, siempre listo para enmendar los errores de sus compañeros.

La contención de la primera parte saltó en pedazos en la reanudación. Primero, Navarro cometió una falta infantil en la frontal del área y Josemi, en su potente disparo, rozó el poste derecho de César. A continuación, el Valencia volvió a probar la estrategia en un córner esta vez con final feliz. El pase raso a Banega, el tiro raso y desviado del mediocentro argentino y la patita izquierda de Villa, siempre lista para embocar su décimo tanto del campeonato.

El Valencia recuperó la armonía. Banega marcó las triangulaciones con Pablo, Joaquín, Mata y Villa, cada vez más felices con el balón. Manzano optó por Julio Álvarez para recuperar la iniciativa. El Valencia ofreció detalles de orfebrería. Un maravilloso pase en profundidad de Villa propició una doble oportunidad a Mata, que se topó con Aouate. Una dejada de espuela de Mata que voleó con la izquierda al poste Joaquín... Sin embargo, el conjunto de Emery no podía matar el partido y el Mallorca daba la sensación de poder empatar en cualquier momento. Así lo sintió el técnico vasco, que fue retrasando a sus hombres. La tensión se apoderó de algunos, caso de Bruno, tan eficiente hasta entonces, tan ingenuo al colgarse de Castro, que estaba de espaldas a la portería. El último recurso, el balonazo al palo alto de Zigic, fue tan inútil como antinatural para un equipo de tan buen gusto.

Iturralde muestra tarjeta amarilla a Zigic.
Iturralde muestra tarjeta amarilla a Zigic.EFE

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