El jurado del Concurso del Carnaval de Cádiz descalifica a la chirigota conspiranoica por exceso de componentes
Su actuación reabre el debate sobre si el certamen debería contar con una preselección previa que filtrase las agrupaciones por criterios de calidad
Katy Balber, la autora de la chirigota conspiranoica que desató el boicot del público en el concurso del Carnaval de Cádiz, iba disfrazada “de perrodista”, según explicó ella misma tras su accidentada actuación. Tuvo que aclararlo porque ni eso se entendió de un mensaje apenas entendible y desafinado sobre plandemias, vacunas, conspiraciones climáticas y discursos anti-LGTBIQ+. En el escenario le acompañaban otros personajes con tipos —disfraces— igual de extraños que parecían ni saberse la letra. Pero resultó que el que no debía cantar, uno de los figurantes, sí lo hizo y paradójicamente por eso la agrupación Abre los ojos ha acabado descalificada por el jurado.
La decisión del jurado oficial del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (COAC) de 2025 se dio a conocer la noche de este pasado lunes, dentro de las 48 horas que tenía el órgano para decidir sobre la polémica actuación, que se produjo el domingo. La descalificación se ha producido, concretamente, por exceder el número máximo de componentes —el reglamento marca una cifra de integrantes para la chirigota entre siete y 12 personas— en más de una decena de instantes, en los que intervino “una persona inscrita como figurante”. La falta, tipificada como muy grave, implica que Balber y los suyos no podrán cobrar subvención alguna, ni derechos de imagen de la retransmisión televisiva, ya que se daba por hecho que no iban a pasar de la fase de Preliminares, dada su ausencia de la más mínima calidad.
Balber, vinculada al partido de ultraderecha ceutí Libres —nacido de una escisión de Vox—, y el resto de los componentes de su chirigota sin experiencia conocida en el mundo del Carnaval acudieron al Gran Teatro Falla dispuestos a usar el altavoz y la visibilidad del concurso para lanzar un mensaje negacionista y conspiranoico plagado de bulos. Para ello, emplearon unas letras que resultaron ininteligibles, porque ni el grupo se las sabía y porque el público les despachó entre gritos irónicos y peticiones de que les echasen el telón. Pero la agrupación también usó proyecciones en el forillo del teatro en el que, entre muchos mensajes, llegó a proyectar “transexualidad y pederastia”.
Sin embargo, al final, la descalificación de Abre los ojos le ha llegado por una cuestión meramente técnica. El motivo se encuentra en que el reglamento del COAC tan solo se limita a entrar en cuestiones formales —como el número de integrantes, tiempos tasados de actuación o la necesidad de que las letras sean inéditas— para garantizar la absoluta libertad de expresión de las agrupaciones participantes, según explican fuentes del Ayuntamiento de Cádiz, institución encargada de organizar el concurso. Ya este pasado lunes, antes de que se conociese la decisión del jurado, la concejala de Carnaval y Fiestas, Beatriz Gandullo, avanzó que solo esa era la tarea de sus componentes y que ya correspondía a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado determinar si se había vulnerado algún tipo de derecho. “Si así se nos traslada se tomarán las medidas establecidas por la ley”, explicó la edil.
La polémica actuación de Abre los ojos —que acabó entre lágrimas de algunos de sus componentes, entre ellas, una menor de edad— ha provocado la apertura de un debate que lleva años danzando en el Carnaval de Cádiz: la idoneidad o no de realizar una preselección, previa al concurso público y televisado. Ese filtro, que hasta ahora se ha planteado solo con un criterio de calidad, implicaría que los repertorios, tipos o decorados no fuesen absolutamente inéditos, como lo han sido hasta el momento, y que el jurado los conociese antes. Y ese ha sido también el principal argumento de los que están en contra de esa medida, que la consideran como una suerte de censura previa. Gandullo se mostró este lunes dispuesta a estudiarlo, si así se reclama oficialmente al Ayuntamiento: “Si hay que abrir un debate, lo abriremos en el consejo de participación donde están todos los colectivos”.
Pese a las peticiones entre gritos del público de que se le echase el telón, Abre los ojos pudo terminar, a su manera, la actuación. Sucedió así porque las bases del concurso no contemplan ya que el jurado pueda decidir la bajada del mismo, porque se entiende que sus miembros tienen “otros criterios para valorar”, como recordó Gandullo. Así que ahora solo se puede producir un telonazo si los componentes de la agrupación así lo piden. Fue lo que ocurrió por última vez hace ya más de una década, cuando un cuarteto, abrumado por el cabreo del Falla, pidió marcharse antes de tiempo. Esa es precisamente otra de las peculiaridades del COAC, que sea totalmente habitual que el público interactúe con pasión con las agrupaciones. “Igual que existe la libertad de expresión para un repertorio, existe para reaccionar a lo que se ve”, se vio obligada Gandullo a recordar este lunes, a preguntas de los periodistas.
Los asistentes a esa función de Preliminares del COAC sabían que Balber y los suyos venían determinados a usar el concurso para lanzar sus mensajes conspiranoicos, gracias al reportaje de investigación publicado el pasado noviembre por Diario de Cádiz. Y, aunque el Falla les boicoteó, eso no implica que Balber haya parado de lanzar sus soflamas conspiranoicas a todo aquel programa de infoentretenimiento de televisión que la ha invitado a hablar. En la mayoría de las ocasiones la cosa ha acabado tan mal como en el concurso. Si en el Falla afeó a “los pinchados” una actitud de “vergüenza” por hacer llorar a uno de sus componentes, en el programa En boca de todos de Cuatro acusó al presentador de ser justo de lo que ella iba caracterizada. “¡No os interesa contar la verdad, sois perrodistas!”, exclamó antes de que le cortasen la conexión.
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