Muere la actriz Maite Brik a los 79 años

Nacida en el popular barrio chino de Barcelona en 1945, la actriz Maite Brik no sólo no ocultaba su origen, sino que presumía de ello, ya que desde pequeña pudo ver la convivencia entre clase obrera y marginados sociales, y tenía claro que ese era un plus en su formación como persona. Fue cuando se llamaba María del Carmen García Matalonga. La intéprete ha muerto este sábado a los 79 años en Madrid.

Hoy recordaba el director y actor Mario Gas cómo la conoció cuando aún se llamaba Maite Matalonga. Fue antes de que entrara a formar parte de La ópera de perra gorda, de Bertolt Brech que dirigió Loperena en 1965 en el teatro Poliorama: “Era una excelente amiga y estupenda y actriz”, señala Gas quien compartió escenario con Brik en varias ocasiones.

Sus comienzos estuvieron muy marcados profesionalmente por su larga estancia desde mediados de los años sesenta del pasado siglo en la Compañía de Núria Espert, donde, cómo es lógico, el papel protagónico caía siempre en Espert, aunque no por ello dejó de hacer destacados trabajos en los que siempre se fijaba crítica y público, dada la excelencia de su interpretación.

Allí fue la Loca en Yerma de García Lorca, Simoniña en Divinas palabras de Valle Inclán y Solange en Las criadas de Genet, todas ellas dirigidas por Víctor García. Pero también hubo otros muchos trabajos.

Núria Espert recibió con gran disgusto la noticia de su muerte esta mañana: “Maite, Maite Brik, con quien tuvimos la suerte de contar en muchos de nuestros espectáculos…, deja tantas cosas hermosas que se pueden decir de su carácter y su talento. Era tan alegre y positiva siempre. Tenía una risa contagiosa, ya la echo de menos”, comenta la actriz.

Formada profesionalmente en la Real Escuela de Arte Dramático de Madrid, también recibió docencia de José Luis Gómez, Carlos Gandolfo, Dominique de Faccio, Joan Strasberg y Concha Doñaque, entre otros y en 1984 crea junto a Miguel Bilbatúa el grupo Arte/Facto, con el que producen Rebeldía de Villiers D´Lisle y Semíramis de Cristóbal de Virués.

También creó su propia compañía en 1992, con la que abordó varios montajes, aunque el trabajo más significativo de su carrera fue en 1995, Frida K., de Gloria Montero, con dirección de Peter Hinton, con la que obtuvo el Premio de la Crítica de Barcelona. Participó con él en varios festivales internacionales y lo mantuvo en repertorio hasta el final de su trayectoria profesional .

Galardonada en varias ocasiones, sólo hace falta, para calibrar la importancia de la carrera de Brik, hacer un sucinto repaso de los directores con los que trabajó y siempre con textos muy importantes de la dramaturgia clásica y contemporánea. Al margen de Armando Moreno que estuvo al frente de muchos montajes de la compañía de Espert, la actriz catalano-madrileña trabajo en destacados papeles con grandes figuras como Joan Ollé, Jorge Lavelli, Miguel Narros, Víctor García, José Luis Alonso, Manuel Canseco (con él hizo las cuatro obras del ciclo tebano), Francisco Nieva, Lluís Pasqual, Vicente Sáinz de la Peña (conocido como El pato), José Luis Gómez, Ventura Pons, Pierre Chabert (el propio Samuel Beckett dio permiso a su ayudante para montar Nana para la Brik), Angel Facio, Lluís Pascual, Pedro A. Osorio, Tamzin Townsend, Jesús Campos, Calixto Bieito, Joan Llaneras, Ramó Simó, José Luís Sáiz, Liuba Cid, Jaume Villanueva y su último director que fue Marco Paiva.

Compañeros y familia de Maite Brik, encabezados por su hijo Marco O. Brik (como siempre ha firmado), la están velando en la sala 2 del Tanatorio de San Isidro de Madrid, de donde partirá este domingo a las 14:00 para ser incinerada.