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Feria de San Fermín
Crónica
Texto informativo con interpretación

Fonseca, bravísimo, por la puerta grande

El torero mexicano cortó dos orejas a una mansa y deslucida corrida de Cebada Gago. Adrián Torres y Román estuvieron muy por encima de sus pésimos lotes

Isaac Fonseca, a hombros tras cortar dos orejas a los toros de Cebada Gago.
Isaac Fonseca, a hombros tras cortar dos orejas a los toros de Cebada Gago.Villar López Efe
Antonio Lorca

El joven Isaac Fonseca es un torero bravo, al que le funciona la cabeza como un reloj y aprovecha su innata condición para conectar con los públicos. Esta tarde, en Pamplona, ante un lote infumable, como toda la corrida de Cebada Gago, ha demostrado que posee valor, pundonor, entrega y decisión para hacer varios toreros. Y no le importó que llegara mermado de facultades físicas, aún convaleciente de la cornada que sufrió el pasado 18 de junio en la final de la Copa Chenel.

Pero ahí estuvo, valentísimo, hecho un tío, ante dos marrajos, mansos en los caballos, que llegaron al tercio final tirando gañafones, con medias arrancadas, con incómodas asperezas y sin posibilidad de colaborar para hacer el toreo limpio y templado. Fonseca no se amilanó; estuvo variado con el capote en los dos (al segundo lo recibió con dos largas cambiadas de rodillas en el tercio), y ambos los brindó a los tendidos. Se arrodilló en los medios en el inicio de faena al tercero y ejecutó un ceñido pase cambiado por la espalda con el que llamó la atención de la solanera. Aguantó los derrotes con escalofriante firmeza, y, aunque no hubo lucimiento, destacó su torera disposición en todo momento. Mató mal de una estocada baja, pero en esta plaza eso no es un problema. Si el toro cae a la primera, el trofeo es casi seguro.

Más entonado, si cabe, estuvo con el sexto, otra prenda gaditana de corto viaje y comportamiento harto complicado, al que banderillearon con brillantez Juan Carlos Rey y Jesús Robledo Tito. De nuevo citó para dar dos ceñidos pases cambiados por la espalda —en esta ocasión de pie—, antes de ofrecer toda una lección de entrega, firmeza y valor. Se perfiló para matar y miedo daban los muy afilados pitones del toro; pero no le importó, se tiró encima del morrillo y consiguió una estocada hasta la empuñadura que le permitió pasear otro trofeo y salir a hombros por la puerta grande.

Quede claro que los toros no permitieron el toreo en ninguna de sus formas, pero Isaac Fonseca, todo corazón, demostró que la torería reside, por encima de toro, en el corazón.

Sus compañeros, Adrián de Torres y Román, fallaron con la espada y se fueron de vacío al hotel, pero los dos estuvieron muy por encima de sus deslucidos lotes, toreros ambos de los pies a la cabeza, valientes, pundonorosos y heroicos ante toros que embistieron siempre con la cara por las nubes, y entorpecieron cualquier atisbo de toreo.

De Torres posee un valor deslumbrante, de modo que asienta las zapatillas y no mueve un alamar; pero en su desmedido afán por triunfar alargó en demasía sus dos faenas y el mal uso del estoque emborronó sus dos actuaciones. Es un torero, no obstante, a tener en cuenta, que trata de ejecutar un toreo clásico y templado, y que merece más y mejores oportunidades.

El peor lote, si cabe, se lo llevó Román, un veterano en los sanfermines, y se jugó el tipo de principio a fin. Muy serio en todo momento, firme, con las ideas claras y con el ánimo triunfador, lo intentó de todas las maneras, pero ni los toros le permitieron un respiro ni él estuvo certero en la suerte final.

Al final, se llevaron a hombros a Fonseca, pero De Torres y Román merecieron un premio de consolación por la torera gallardía que mostraron toda la tarde.

Cebada Gago / Torres, Román, Fonseca

Toros de Cebada Gago, bien presentados, serios y astifinos; muy mansos en los caballos, broncos, ásperos y deslucidos.

Adrián Torres: estocada perpendicular y baja -aviso-, cuatro descabellos y el toro se echa (silencio); dos pinchazos y estocada trasera -aviso- (silencio).

Román: estocada que hace guardia y un descabello (silencio); pinchazo y bajonazo (silencio).

Isaac Fonseca: estocada baja (oreja); gran estocada (oreja). Salió a hombros por la puerta grande.

Plaza de Pamplona. 9 de julio. Tercera corrida de San Fermín. Lleno. 

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Sobre la firma

Antonio Lorca
Es colaborador taurino de EL PAÍS desde 1992. Nació en Sevilla y estudió Ciencias de la Información en Madrid. Ha trabajado en 'El Correo de Andalucía' y en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Ha publicado dos libros sobre los diestros Pepe Luis Vargas y Pepe Luis Vázquez.

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