El Gobierno no prestará la Dama de Elche porque su estado “desaconseja cualquier movimiento”
El alcalde ilicitano asegura que el Ayuntamiento ha recibido una comunicación “telefónica y escrita” del Ministerio de Cultura alertando de “su mal estado de conservación”
El alcalde de Elche (Alicante), Carlos González, ha anunciado este viernes que el Gobierno central no cederá temporalmente la Dama de Elche, ahora que se cumplen 125 años de su hallazgo, a la localidad alicantina debido a su “mal estado de conservación”. Este icono íbero de la escultura del siglo V a. C. se expone en Madrid desde hace ocho décadas: en el Museo del Prado hasta 1971 y, a partir de entonces, en el Arqueológico Nacional. Así lo ha admitido González en una rueda de prensa, donde ha comentado que el Ayuntamiento ha recibido una comunicación “telefónica y escrita” del Ministerio de Cultura en la que se explica que el estado actual de la pieza “desaconseja cualquier movimiento”.
El escrito, tal y como ha indicado el alcalde, “desaconseja” el traslado ya que las vibraciones o cambios en las condiciones medioambientales desde Madrid a Elche podrían “desencadenar procesos de degradación irreparables”. En este sentido, ha señalado que la negativa, al menos por el momento, se debe a criterios técnicos que, según González, se harán públicos y que se expondrán en una reunión con el propio director general de Bellas Artes, Isaac Sastre de Diego. El Ayuntamiento ya ha solicitado mayor información sobre el estado de conservación del busto íbero y los factores que imposibilitarían su traslado.
Sin embargo, fuentes oficiales han declarado a EL PAÍS que “nunca se ha afirmado desde el ministerio que la Dama iba a salir del museo”. “No es cierto que se encuentre en mal estado de conservación. Eso es algo que dice el alcalde de Elche. Si así fuera, no se expondría en Museo Arqueológico Nacional. Lo que ocurre es que es una pieza muy delicada y los técnicos desaconsejan que se mueva. Eso es todo”, sostienen desde el Ministerio de Cultura.
En unas declaraciones a este periódico el pasado noviembre del director del Museo Arqueológico Nacional, Andrés Carretero, el arqueólogo reconocía que los ministros de Cultura son presionados por los Gobiernos regionales, que reclaman piezas que llevan más de un siglo expuestas en los anaqueles de ese museo. Carretero se mostró contrario a la disgregación de los objetos por toda España.
Tanto el alcalde como el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se habían mostrado partidarios de la cesión “temporal” del busto. De hecho, el pasado jueves 20 de enero, el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, se refirió a un posible cambio de ubicación de la Dama recordando que en su departamento está “abierto” a cesiones temporales, pero no es “partidario de desmembrar las colecciones estatales”.
A pesar de esta situación, el alcalde ha recalcado que sigue adelante en el objetivo de que la Dama vuelva a su ciudad de origen de forma temporal, a la vez que continúan los trabajos de adecuación del Museo Arqueológico y de Historia de Elche (MAHE) para poder albergar la pieza una vez que sea cedida. En este sentido, ha apuntado que aunque la Dama no se traslade, la conmemoración del 125º aniversario de su hallazgo seguirá adelante, aunque sea sin ella.
Todo lo que rodea a la Dama de Elche siempre ha estado envuelto en el misterio: su descubrimiento (no se sabe con certeza quién la halló), su venta al público (estuvo expuesta en un balcón de Elche durante días), su salida de España (se vendió por 4.000 pesetas) y hasta su regreso (un sorprendente pacto entre Franco y Hitler). Hallada por casualidad durante unas labores agrícolas en 1897, en pocos días llamó la atención de los expertos extranjeros. Nada más ser descubierta, el hispanista francés Pierre Paris la compró al dueño del terreno donde se encontró, la metió en un barco y mandó un mensaje al Louvre: “La Dama de Elche, tranquilamente, en mi camarote”.
Y en el museo francés permaneció hasta que los nazis invadieron París. Una jugada maestra del dictador Francisco Franco convenció al lugarteniente de Adolf Hitler, Henrich Himmler, de que la pieza, junto con otras de incalculable valor sustraídas o vendidas a Francia, regresasen a España. Se conserva en el Museo Arqueológico Nacional rodeada de otras damas ibéricas (Los Santos, Ibiza, Baza...), pero que no le hacen sombra, y eso que son obras maestras.
Babelia
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