Escenarios de emergencia: el teatro que planta cara a la crisis
La nueva temporada empieza marcada por el rescate de obras canceladas en primavera por el coronavirus y la experimentación con nuevas temáticas y formatos digitales
El 12 de marzo el teatro Pavón Kamikaze de Madrid suspendió in extremis el estreno de Traición, obra de Harold Pinter dirigida por Israel Elejalde, previsto para esa noche. Fue el último escenario que echó el telón en la ciudad por el avance del coronavirus. Casi seis meses después, ese espectáculo ha podido por fin mostrarse ante el público esta semana y ha dado el pistoletazo de salida a una nueva temporada que va a estar marcada por la recuperación de muchos de aquellos montajes que quedaron congelados, además del temor a que un rebrote vuelva a frustrar su presentación. Por eso la mayoría de los teatros han preferido no anunciar nuevas producciones más allá del otoño y algunos ni siquiera lo han hecho todavía.
De lo anunciado hasta ahora puede deducirse que el coronavirus no solo ha transformado el arte escénico imponiéndole distancia y mascarillas, sino que además está agitando sus cimientos. El apagón de marzo ha llevado a muchos creadores a experimentar con el medio digital, lo que ha dado lugar a formatos híbridos etiquetados como teatro digital o transmedia. Una verdadera revolución que se desarrolla acompañada de nuevas temáticas muy ligadas a la pandemia y que se va a ver reflejada sobre los escenarios este otoño. Llámese teatro de emergencia contra la incertidumbre que nos asola.
Dramaturgias del coronavirus
En los próximos meses van a estrenarse varios textos que desarrollan esas temáticas surgidas de la pandemia. El Teatro Nacional de Cataluña inaugurará su temporada con un espectáculo titulado Decamerón, inspirado en la película homónima de Pasolini, que a su vez se basó en la novela del mismo título que Boccaccio concibió tras la peste de 1348. Es un conjunto de monólogos encargados a ocho autores contemporáneos (Cristina Morales, Valère Novarina, Davide Carnevali, Narcís Comadira, Dimitris Dimitriadis, Najat El Hachmi, Gregorio Luri, Marta Marín-Dòmine) que se combinarán con textos de Pasolini y del fallecido Josep Maria Benet i Jornet. Se representará del 1 al 25 de octubre.
Los dos grandes festivales de otoño españoles, el Temporada Alta de Girona y el de la Comunidad de Madrid, han estimulado también la creación de obras sobrevoladas por la pandemia. El primero se inaugurará el 7 de octubre con la obra Bouvetøya (la necesidad de una isla), escrita para la ocasión por Julio Manrique, Sergi Pompermayer, Cristina Genebat e Ivan Benet, con puesta en escena del primero. El de Madrid (del 12 al 29 de noviembre) presentará el ciclo Confín, diez montajes breves concebidos durante el confinamiento. Hay piezas autobiográficas como I’m a survivor, de María San Miguel, que documenta la muerte de su padre tras contraer coronavirus; exploraciones más poéticas como Limbo, del colectivo Fango, y coreografías como la de Carmen Werner titulada Te aviso si el mundo cambia.
La revolución digital
La experimentación con herramientas digitales iniciada por muchos artistas durante los meses de confinamiento ha abierto nuevos horizontes para las artes escénicas. Los principales teatros ya han advertido de que mantendrán abiertas sus “salas virtuales” en paralelo a su programación presencial, entre otras cosas para mantener la actividad si se ven obligados a cerrar de nuevo. El Teatro de la Abadía mantendrá durante el otoño su ciclo Teatro Confinado, que se desarrolla en directo por Zoom, aunque todavía no ha anunciado los títulos. Temporada Alta va a emitir en streaming algunos de los espectáculos programados de manera presencial.
El teatro transmedia también ha llegado para quedarse. El Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid presentará un ciclo de tres piezas que combinan todo tipo de lenguajes (escénico, audiovisual, radiofónico, teléfonico, gráfico) y que se desarrollarán en diferentes espacios (teatros, calles, redes sociales, radio), firmadas por Antonio Rojano, Belén Santa-Olalla y el dúo formado por Rocío Bello y Javier Hernando.
Será interesante ver cómo el Centro Dramático Nacional traslada al formato presencial La pira, el ciclo de piezas que encargó en primavera para ser vistas en streaming, que se emitieron en junio y julio por Internet, con temáticas también relacionadas con la pandemia. Se podrán ver en el teatro Valle-Inclán durante la segunda quincena de septiembre y están firmadas por Alfredo Sanzol, Juan Mayorga, Pablo Remón, Lucía Carballal, Pau Miró, Denise Despeyroux, Andrea Jiménez, Noemi Rodríguez, Victoria Szpunberg y Eva Mir. Y a la inversa, la serie Escenario 0 adaptará para la televisión obras estrenadas en los teatros en las últimas temporadas: Tío Vania, Hermanas, Los mariachis, Juicio a una zorra, Mammón y Todo el tiempo del mundo. Se empezarán a emitir el 13 de septiembre en la plataforma HBO.
Rescates y novedades
Además de Traición en el Pavón Kamikaze, en los próximos meses se estrenarán muchas otras producciones que tuvieron que cancelarse. El Centro Dramático Nacional ha rescatado Otoño en abril, Los días felices, Transformación y Siglo mío, bestia mía. El Teatro Español de Madrid recuperará, entre otras, Contarlo para no olvidar y sendas adaptaciones de las novelas Mujercitas y La casa de los espíritus. La Abadía de Madrid estrenará el 10 de septiembre la versión de La gaviota, de Chéjov, que no pudo estrenar Àlex Rigola en marzo en Barcelona.
Entre las nuevas producciones destacan otras dos adaptaciones de novelas que se estrenarán en el Español: Pedro Páramo, de Juan Rulfo, dirigida por Mario Gas, y Los asquerosos, de Santiago Lorenzo, con dirección de David Serrano. Jordi Casanovas estrenará en octubre en gira por Cataluña su nueva obra, Algunos días de ayer, sobre el proceso independentista. Y el nuevo espectáculo de la compañía de danza La Veronal, Sonoma, inspirado en el universo surrealista de Buñuel, se verá en Temporada Alta, el Mercat de les Flors de Barcelona y Les Arts de Valencia.
Internacional
Los circuitos internacionales están a medio gas. A pesar de ello, ni el Festival de Otoño de Madrid ni el Temporada Alta han querido renunciar a ofrecer esa ventana al exterior y han avanzado que programarán espectáculos de otros países. También habrá alianzas interesantes entre grandes centros europeos, entre las que destaca la coproducción del Théâtre de la Ville de París y la Schaübuhne de Berlín para llevar a escena el ensayo ¿Quién mató a mi padre?, de Édouard Louis, estrella rutilante de las letras francesas. Dirige Thomas Ostermeier, que ya adaptó para el teatro el anterior libro de Louis, Una historia de violencia, con el morbo añadido de que será el propio escritor quien se interprete a sí mismo en el espectáculo. Se verá en septiembre en París y en noviembre en Berlín. La Ribot será protagonista en la Bienal de Venecia de Danza, que le entregará su León de Oro el 15 de octubre. Y en el Bridge Theatre de Londres se puede ver hasta el 31 de octubre a Ralph Fiennes en Beat the Devil (Vencer al diablo), un monólogo autobiográfico en el que el dramaturgo David Hare recuerda los delirios que sufrió cuando contrajo el coronavirus.
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