Hacia las plataformas de plataformas
La imparable multiplicación de servicios de 'streaming' obliga a muchos de ellos a aliarse con operadoras para seducir al espectador
El 24 de marzo aterrizará en España Disney +, que viene a engrosar la larga lista de plataformas de televisión online. Desde 2015, que se instaló Netflix, han llegado HBO en 2016 y, un mes después, Amazon Prime Video; Sky en septiembre de 2017 y, en 2019, Starzplay y Apple TV+. La guerra del streaming no hace más que encrudecerse y, en este campo de batalla, como en toda guerra, el futuro está en las alianzas.
Adquirir todas las plataformas disponibles en España asciende a más de 70 euros mensuales. Para el usuario, el beneficio de unos paquetes ofertados entre las operadoras y las plataformas supone, en la mayoría de los casos, un alivio al bolsillo, al pasar a una única factura para todos los contenidos. Además, con un cálculo superficial, en la mayoría supone una rebaja con respecto a adquirirlos por separado. La versión premium de Netflix son 15,99 euros; hacerlo a través de la plataforma de Movistar son 15.
Algo así es el futuro inevitable de la televisión de pago, si la experiencia estadounidense sirve de referencia: allí a la creación de plataformas de plataformas se le llama bundling (y permite ahorrar más de un euro). Por eso, cuando se supo que llegaría Disney + a Europa, diversas fuentes apuntaron que podría integrarse con los operadores de telecomunicaciones (Movistar, Vodafone y Orange, todos con su televisión propia). Estas negociaciones no implican que descarte la aventura en solitario. La compañía no da detalles al respecto.
Las operadoras, que al final han sido las mayores creadoras de marcas de la televisión de pago en España, son las principales interesadas. HBO y Netflix se sumaron de forma casi inmediata al llegar a España a Vodafone, mientras que Movistar incluye la mencionada posibilidad de contratar Netflix desde finales de 2018. Orange, además de Netflix, dispone de Rakuten TV —una de las primeras en llegar a España junto a Movistar + y Filmin— Starzplay y FlixOlé, especializada en cine producido en español y que se relanzó en noviembre de 2018.
“Es algo que ya se venía haciendo en Estados Unidos y, de hecho, es la tendencia que los expertos dicen que va a acabar transformando la televisión de pago”, apunta Elena Neira, autora del libro La otra pantalla (UOC). En esta alianza ganan todos, señala Neira. “Para las plataformas es una manera de incorporar automáticamente una masa de clientes interesados en las series, que así no tienen que construir de cero, como supone levantar un servicio en streaming”.
¿Y para las operadoras? “Lo que supone es incorporar diferentes ofertas y el prestigio de las marcas que agrega”. Por ejemplo, señala Neira, Movistar era comprador de los contenidos de HBO y Netflix antes de que llegasen a España. Así que en un momento en que ambas empresas retiraron su contenido, poner Netflix en su oferta es “una manera muy hábil de recuperar lo que habían perdido”. “La gente lo quiere ver como una competencia, pero la verdad es que al final se dan cuenta de que la audiencia está tan fragmentada, es tan difícil conseguir clientes para un servicio, sobre todo con lo saturado que está el mercado, que cualquier oportunidad que permita sumar más clientes la abrazan con gusto”, aclara.
Para desgracia del bolsillo del espectador, este modelo tiene un límite. Como recuerda el analista televisivo estadounidense Matthew Ball, la tan jaleada guerra del streaming no es una contienda entre plataformas, sino entre ecosistemas. La televisión se ha convertido, más que en un negocio, en algo minoritario, el cebo con el que se atrae al público a un microcosmos corporativo. Es el caso de Apple TV + o Amazon: “Hacen dinero como tienda hasta el punto de que están regalando Amazon Prime Video [viene por defecto al contratar la opción Prime]. Los herederos de J. R. R. Tolkien eligieron Amazon Prime Video para hacer series inspiradas en El señor de los anillos por, entre otras cosas, la posibilidad de vender millones de libros, juguetes y películas de la franquicia", aclaró ya Neira en 2019.
Apple afronta la batalla en solitario
Apple combate en la guerra del streaming sin buscar aliados. Tras varios proyectos fallidos de música y vídeo, lanzaron su plataforma en noviembre a nivel mundial con la intención de que sus productos se vean en sus propios dispositivos. "Sus contenidos son una gota en un océano de actividad económica. No están buscando una intensidad de consumo bestial como sí persigue Netflix", en palabras de Elena Neira. "A precio de derribo [5 euros] y regalando la suscripción si te compras un dispositivo suyo, esa estrategia les va a hacer crecer muy rápido, tener una masa de suscriptores de partida importante y afianzar el poder y la resonancia de la marca", vaticinó la especialista en comunicación un mes antes de que saliese el servicio.
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