Bombay Bicycle Club: excesos del pop de anuncio
El nuevo álbum del grupo recibe una calificación de 6,5 sobre 10
Bombay Bicycle Club siempre tuvo algo de hermano pequeño de una boy band como Vampire Weekend, y también, por qué no, de Klaxons, Bloc Party y Editors, explorando hasta el último confín de un indie rock de raíz luminosamente post punk. Los de Crouch End, el suburbio londinense del que proceden, debutaron en 2009 con un contundente e irreverente I Had the Blues But I Shook Them Loose. Producido por el creador del primer sonido de los Arctic Monkeys, Jim Abbiss, el disco se impuso con el viento a favor como el más que prometedor disparo que fue.
Artista: Bombay Bicycle Club
Disco: Everything Else Has Gone Wrong
Sello: Mmm... Records
Calificación: 6,5 sobre 10.
Luego el tiempo pasó, y el aparentemente compacto sonido de la banda se fue atenuando, buscándole, en realidad, el pulso al momento, sorprendiendo con un viraje hacia un prácticamente irreconocible acústico en el irregular Flaws (2010), y hacia lo electrónico en A Different Kind of Fix (2011). A juzgar por los títulos, es curiosa la forma en la que los de John Steadman se han ido comunicando durante su corta pero intensa carrera con sus seguidores. Todos dirigían un mensaje muy claro sobre qué pretendían contener. No en vano, dijeron adiós, al menos por un tiempo – que no se sabía si sería definitivo –, con el redondo y ambiguo So Long, See You Tomorrow (2016), ¿y no encaja a la perfección ahí su regreso, a tiempo para celebrar su década sobre los escenarios, con este irónico Everything Else Has Gone Wrong, es decir, Todo Lo Demás Ha Salido Mal?
Compendio hasta cierto punto de un sonido que, intentando alcanzar cotas más altas, se ha acabado contentando con parecer, a ratos, un cruce entre un pop rock de anuncio, hasta cierto punto lánguidamente musculoso y contagioso (I Worry Bout You), más Snow Patrol que Travis, el álbum es puro exceso, puro derroche de recursos en pos de un vitalismo pop barroco (Do You Fee Loved?) por momentos mecánico e insustancial (Is It Real). Hay, sin embargo, pequeños claros en el bosque, que tienden a un pop complejo en matices, menos abigarradamente explosivo y más necesariamente desnudo, como Good Day, y Racing Stripes, corte que podría haber figurado en su anterior trabajo, cuando todo aún parecía tener más (o algún tipo de) sentido.
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