Un tercio de los museos de todo el mundo despedirá a parte de su personal por la crisis del coronavirus
Una encuesta del Consejo Internacional de Museos (ICOM) asegura que las instituciones más dañadas por la crisis económica causada por la covid-19 son las sustentadas por fondos privados
La pandemia ha provocado que casi todos los museos del mundo tengan que reducir sus recursos y actividades, pero también una parte notable de su personal fijo y temporal. La encuesta de septiembre, segunda en tiempos de la covid-19 realizada por el Consejo Internacional de Museos (ICOM) a sus miembros, desvela que el 30,9% de estas instituciones despedirá a una parte de sus trabajadores permanentes y al 46,1% de los temporales. Además, el 16% de los 900 museos participantes en la encuesta declaró que había despedido, al menos, a una cuarta parte del personal del museo entre febrero y septiembre de 2020. Para el 10,6% de las instituciones consultadas el personal que ha sido cesado se eleva a más de la mitad de la plantilla. América del Norte es la región con mayor número de despidos ejecutados, más del doble que los cometidos en Europa.
El informe describe una situación especialmente vulnerable en el sector de los autónomos: el 40,9% de los encuestados han declarado que se quedarán sin salario como consecuencia de la crisis. Desde abril hasta octubre el 10,7% de los trabajadores temporales han sido despedidos y al 16% las instituciones no les han renovado el contrato. Casi un tercio de los participantes está considerando cambiar totalmente de carrera profesional.
Para el 68,5% de los museos que participan en el estudio la principal fuente de ingresos de su presupuesto anual proviene de fondos públicos, y para el 25,8% de fondos privados. El 33,8% asegura que la mayor parte de su presupuesto lo recaudan gracias a los ingresos propios. “Con el cierre de los museos, el número de visitantes ha disminuido drásticamente, lo que ha tenido graves consecuencias económicas, especialmente para los museos que dependen principalmente de los ingresos”, explican desde ICOM.
Los públicos, más estables
En ese sentido, el modelo museístico más dañado por la crisis económica causada por el coronavirus es el norteamericano, basado en la aportación privada y de la venta de entradas y producto cultural. “Las instituciones que dependen principalmente de los fondos públicos parecen ser más estables, con porcentajes más bajos de los efectos económicos negativos”, indican los creadores del estudio. Los museos sostenidos con fondos públicos reducirán menos programas y horas de apertura, y despedirán a la mitad de personal que los museos sustentados por fondos privados.
El 49,6% de los participantes piensa que su museo perderá al menos una cuarta parte de sus ingresos en 2020, y para el 32% supondrá la pérdida de más de la mitad de los ingresos anuales con respecto al año anterior. Solo el 13% asegura que perderá menos del 10% de esta partida económica. Tanto el Museo del Prado, como el Museo Reina Sofía ya han previsto una pérdida de ingresos propios del 65% y el 60% respectivamente.
A largo plazo, los museos creen que el impacto económico de la covid-19 va a reducir los programas de actividades, las exposiciones temporales y las horas de apertura. Esto supondrá la suspensión de contratos temporales y el despido de personal. Para agravar la situación, la mayoría de los encuestados reconocen que van a padecer una importante pérdida de la financiación privada y un tercio de ellos espera los recortes de los fondos públicos próximamente. En este capítulo, las diferencias entre Europa y América del norte son muy llamativas porque las instituciones europeas vaticinan una situación levemente mejor en todos los aspectos tratados. La peor de las comparaciones sucede en la reducción del personal: mientras en Europa un 25,2% de los museos aseguran que despedirán trabajadores, en América del Norte son un 52%.
“El impacto va a ser grave y tendrá consecuencias duraderas en las finanzas de los museos, en su capacidad para llegar a su público y, por tanto, para cumplir con su función cultural, social y económica”, sostienen desde ICOM. Una de las pocas buenas noticias de esta segunda encuesta es que el porcentaje de participantes que creen que su museo cerrará para siempre se ha reducido del 13% al 6,1%, “aunque sigue siendo una cifra alarmante”. Por todo, desde ICOM explican que las respuestas recibidas para la elaboración de este informe ponen de relieve “un clima generalizado de incertidumbre sobre su futuro, y la necesidad de que los gobiernos respondan con igual fuerza para asegurar el futuro de estas instituciones y el inestimable patrimonio cultural que poseen”. A lo que más temen los museos es a no poder reabrir y no atraer de nuevo a los visitantes.
Babelia
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