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Diez canciones imprescindibles de Luis Eduardo Aute

De ‘Alba’, pasando por ‘Siento que te estoy perdiendo’ a ‘Rosas en el mar’, así sentía el gran cantautor

Luis Eduardo Aute durante un concierto en 1983. En vídeo, repaso a algunas de las mejores canciones del artista. En vídeo, repaso a la carrera del artista.Vídeo: GETTY IMAGES

Dentro del inabarcable repertorio del gran Luis Eduardo Aute, seleccionamos estas 10 canciones, ineludibles de su repertorio, con el que también repasamos algunos de los momentos más felices de su discografía.

1. LAS CUATRO Y DIEZ

La canción ya había tenido cierta repercusión en la voz de la cantante Rosa León, pero Luis Eduardo Aute vuelve a grabarla un año después para su tercer álbum, Rito, publicado en 1974. Rito era disco curiosamente producido por el escritor Caballero Bonald y arreglado con mucha austeridad por el argentino Carlos Montero, un trabajo que por entonces sólo degustaría un público muy minoritario. Con lenguaje coloquial y muy cotidiano, el protagonista de la canción tras un encuentro con un viejo amor le recuerda con nostalgia el primer beso en la oscuridad del cine, donde proyectaban “Al este del Edén”, el clásico de Elia Kazan con el mítico James Dean. En realidad, una pequeña y admirable crónica de la juventud española de esos días grises, en el que no falta un oscuro inspector pidiendo los carnets a la salida. Con el transcurso del tiempo, la canción tendrá innumerables versiones, bastante más difundidas.





2. AL ALBA

Sin duda será la canción más emblemática y conocida de toda la trayectoria de Luis Eduardo Aute. Aunque con anterioridad había sido estrenada también por Rosa León, en 1978 el propio autor la incluirá en su disco Albanta, un trabajo conceptual producido por Teddy Bautista, en el que recopila algunas canciones escritas entre el 74 y el 78, pero hasta entonces retenidas por la censura y que venían en cierto modo a celebrar la libertad recién conseguida con la Constitución. Al alba, sin embargo, más que una celebración es una canción tremendamente dramática disfrazada con metáforas sutiles y más bien lúgubres de canción de amor, en la que Aute rememora las últimas ejecuciones realizadas en el franquismo y más concretamente, las del 27 de septiembre de 1975 de infausto recuerdo. El tema también recibirá todo tipo de versiones, desde distintos ámbitos estilísticos, alguna tan sorprendente como la de José Mercé, desde el flamenco más académico y por bulerías.



3. DE ALGUNA MANERA

Otro de las canciones más emblemáticas de esta primera época en la que Aute era mucho más reconocido por los créditos autorales de discos de otros intérpretes (Massiel, Mari Trini, Rosa León, etc), que como cantante de sus propios temas. Se trata de una sencilla canción de amor, pero al mismo tiempo trabajada desde una perspectiva literaria más cercana a la poesía escrita que al habitual romanticismo propagado en las voces habituales de los cantantes melódicos que en ese momento triunfaban en la España de los años setenta. Incluida también en el álbum “Rito”, pasaría sin pena ni gloria hasta su incorporación al álbum en directo Entre amigos, grabado en el Teatro Salamanca de Madrid y que a la altura del 83, sacará a Aute de ese reducido circuito de cantautores de culto para convertirlo, contra todo pronóstico y ante la propia sorpresa del cantautor, que confesaba estar un poco aterrorizado por lo que se le venía encima, en uno de los nombres habituales en la lista de superventas e inevitables en todo tipo de programaciones en vivo. En este disco en directo, sin embargo, la canción aparecía cantada por el gran Joan Manuel Serrat.


4. LA BELLEZA

Otra de las más monumentales canciones que nos deja Luis Eduardo Aute es La belleza, un tema incluido en el álbum Segundos fuera con el que el autor se despedía de los confusos años ochenta que para él habían comenzado en olor de multitudes y en este periodo de su trayectoria lo devolvían de nuevo a la calma chicha. La belleza era un tema tan luminoso que eclipsaba todo el resto del álbum y con el que Aute reivindicaba el poder y la luz de la misma ante el acaso de la mercadería, la falsedad y la confusión de unos tiempos, incapaces finalmente de llegar al puerto donde el cifraba la existencia de la belleza. Luis Mendo, por entonces convertido en mano derecha del cantautor tanto en el estudio como en los directos, será quien conciba un arreglo basado en unos atmosféricos teclados tan elementales como eficaces. Cuanta con versiones tan curiosas como la de Miguel Bosé en su álbum de temas favoritos de todos los tiempos “11 maneras de ponerse el sombrero”.


5. SIENTO QUE TE ESTOY PERDIENDO

Otra de las grandísimas canciones de Aute, en este caso bastante menos conocida que las anteriores, es Siento que te estoy perdiendo, una canción que abría la cara B del mítico Fuga, otro trabajo trascendental en su carrera y un disco que giraba en torno al concepto de la huida, la ruptura y la fugacidad de las cosas. El disco se publicó en 1981, en plena vorágine de la movida madrileña y venía a contar como probablemente nadie lo había hecho hasta entonces en canciones, y en aquellos días que lo que tocaba era cantar odas banales a la moda juvenil y al bote de colón, lo que suponía la antesala de una separación, con palabras tan sinceras y dolientes que abrían heridas.


6. ROSAS EN EL MAR

Otro de los temas más conocidos de la primerísima época de Luis Eduardo Aute es este “Rosas en el mar”, que al igual que “Aleluya Nº 1”, llevaría al éxito a finales de los años sesenta la cantante Massiel, un par de temporadas antes de que su participación en Eurovisión la retornará a las canciones más amables y convencionales que más adelante cultivará alejándose de la canción de autor. Con evidentes paralelismos con el Blowin´In The Wing de Bob Dylan que por estas fechas Aute confiesa escuchar con obsesión, la sencillez del tema tanto musical como literariamente muestran que se trata de una sus primerizas y más bisoñas canciones. Con el tiempo regresará a ella, con nuevos arreglos e incluso intentando remendar mediante la reescritura algunos de aquellos viejos versos.


7. MIRA QUE ERES CANALLA

Sería la canción más conocida de Fuga, el álbum al que antes nos referíamos producido por Gonzalo García Pelayo y Julio Palacios en el 81. Aute, aligera peso literario y abandona su habitual sutilidad para escribir de nuevo con un lenguaje más directo, urbano y cotidiano (“que soy el Tony, tronco, a mi no me vas a enrollar” dice un fragmento definitivo de la letra) esta conversación entre amigos, en la que uno de ellos les acaba de confesar a la pandilla que acaba de enamorarse y que ha decido dejar ciertos hábitos de calavera e incluso de militancia política. Una canción con la que Aute incluso se coló en las emisoras comerciales sin que a nadie le sorprendiera mucho su presencia de perro verde.


8. PASABA POR AQUÍ

Fundamental en la carrera de Luis Eduardo Aute sería el guitarrista y arreglista Luis Mendo reclutado para la ocasión de la banda de folk rock Suburbano y que a partir del disco Alma editado en 1980 se convertiría en la mano derecha de Aute tanto en los estudios de grabación como en los directos. Mendo le daría a la obra de Aute una contemporaneidad y una homogeneidad con respecto a los trabajos anteriores, que serviría para que sus canciones fueran admitidas en sectores donde la obra de los cantautores se contemplaba con esos prejuicios que se observan los productos con fecha ya caducada. Pasaba por aquí era una de las canciones en las que mejor se percibía ese salto tan fundamental en su carrera y junto a No te desnudes todavía la canción más difundida de un disco en todos los sentidos admirable. Es de nuevo una canción de amor representativa de su obra más luminosa. “Pasaba por aquí, ningún teléfono cerca y no lo pude resistir”.


9. ME VA LA VIDA EN ELLO

Otro tema que sería imperdonable olvidar dentro del repertorio de Aute es Me va la vida en ello, toda una declaración de principios incluida en un álbum doble extensísimo (con 16 canciones en castellano y 15 en inglés nada menos) que Luis Eduardo Aute publicaba en 1998 bajo el título de Aire. Aunque comercialmente está lejos de su momento más dulce, su creatividad por está época es tan prolífica y en tantos frentes (poesía, pintura, cine) que resulta abrumadora. Musicalmente, tras su etapa con Mendo, ahora se auxilia de los buenos oficios del productor Gonzalo Lasheras que viste este trabajo con muchos teclados y acaso un exceso de programaciones. Existe una versión impagable de este tema cantada con el simple acompañamiento de una guitarra española por su íntimo amigo Silvio Rodríguez.


10. SIN TU LATIDO

Terminamos este repaso con Sin tu latido, otro tema que nunca faltaría en sus últimos conciertos y una de esas canciones que lo han convertido en el cantautor que más lejos ha llegado insuflando belleza, sensualidad, lirismo y profundidad a la hora de describir los sentimientos de un amor que empieza, se vive con intensidad o como en este caso, se pierde y se rememora desde la nostalgia más apasionada. Sin tu latido apareció incluida originalmente en el disco publicado en 1984, Cuerpo a cuerpo, aunque seguramente su versión más recomendable es la incluida en Autorretratos Vol. 1, en el que aparece en este caso arreglada por el guitarrista Tony Carmona.

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