Conciliar en Marte
Un drama que plantea la figura materna como tantas veces se ha reflejado la paterna: como un romántico enigma
Cuando han pasado 35 años desde que la primera astronauta-madre, Anna Fisher, salió al espacio y apenas dos meses desde el primer paseo espacial de un equipo formado solo por mujeres, Próxima nos acerca a una realidad muy terrenal: el duro dilema de una mujer, madre de una niña de ocho años, durante las semanas previas a su misión de un año en Marte. Un planteamiento tan sencillo como eficaz para explicar el estado de angustia y el estigma que rodea a una madre ausente. Tercer largometraje de la francesa Alice Winocour, Próxima se centra por un lado en la relación materno-filial y, por otro, en el entrenamiento previo al viaje espacial, dejando todo lo demás en un segundo plano. Su expareja o los compañeros de misión solo ponen en evidencia la soledad del personaje, que carga con el sutil chantaje emocional de los demás y sobre todo con la losa de su inevitable sentimiento de culpa. La astronauta, una estupenda Eva Green, no solo se topa con el drama de conciliar su maternidad con su vocación sino con el velado sexismo de sus colegas, que se aprovechan de su íntima quiebra para considerarla más cercana a una turista espacial que a una profesional con las mismas capacidades que ellos.
PRÓXIMA
Dirección: Alice Winocour
Intérpretes: Eva Green, Matt Dillon, Lars Eidinger, Zélie Boulant.
Género: drama. Francia, 2019.
Duración: 107 minutos.
Sin subrayados innecesarios, con un planteamiento austero y conciso, una delicada banda sonora de Ryūichi Sakamoto y una ambientación realista, la película es el retrato de una heroína moderna. Aquí, y eso es lo más hermoso y novedoso de este filme, no se trata de representar la maternidad como un sentimiento abnegado cuya calidad se pesa por las horas de crianza sino como lo que es: un vínculo complejo, muchas veces doloroso y casi siempre pleno. Winocour se aleja de tentaciones melodramáticas para plantear la figura materna como tantas veces hemos visto reflejada la paterna: como un romántico enigma. Una compañera de aventuras, la primera, capaz de hacer entender a una niña pequeña que ella también debe soñar con volar algún día a Marte.
Babelia
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