Arrebatado Derqui
El actor confirma que Mario Gas le ha ofrecido 'Hamlet' para la próxima temporada, en el Grec
Pablo Derqui me lo confirma: Mario Gas, a cuyas órdenes hizo el Biff Loman de Muerte de un viajante y el Calígula de Camus, le ha ofrecido Hamlet para la próxima temporada, en el Grec. “Yo no me habría atrevido con esos personajes —me dice— si no me hubiera llamado. Cuando alguien como él te dice ‘Lo vas a hacer tú’ te da una enorme confianza. Yo nunca ‘me veo’. Y creo que es mejor así. Si ‘te ves’ mucho… no te sorprendes, no te arriesgas. Necesito que me guíe alguien con tantísimas horas de vuelo. Me hace muy feliz que de vez en cuando Mario me invite a formar parte de su familia. Y me ha enseñado muchas cosas. Al entrar en Calígula me hizo ver que había que huir de lo patológico, que es a lo primero que acudes cuando estás inseguro. Con él sabes, de entrada, cómo y dónde han de resonar las palabras. No olvido la primera noche de Calígula en Mérida”.
Tampoco se olvida de Marta Angelat —“A ella le debo estar dentro”—, que le lanzó en Las voces, de Joe Penhall, en la Villarroel, en 2007, y luego en la sala pequeña del Español. Un cliché que circula sobre Derqui: que le van los personajes turbios. Creo que no, le digo, que hay una diferencia entre turbio y turbulento. “¡Gracias! Estoy de acuerdo. Lo que busco como actor es que el personaje sea pasional, que esté arrebatado por algo. Y a veces muy arrebatado: Roberto Zucco, el Eilert Løvborg de Hedda Gabler, el Gregor de El pato salvaje… Pero una pasión intensa no es necesariamente turbia. Gabriele, de Una giornata particolare, que hice con la gran Clara Segura, iba con el corazón en la mano”.
Volvemos a Hamlet: imposible huir del Gran Danés, aunque queden bastantes meses para abordarlo. “Sí y no, y ese equilibrio es delicado. El plan de Focus es estrenar en el Grec de 2020, pero creo que vamos a empezar a leer este verano. Es bueno entrar en el texto con calma: lo que no quiero es zambullirme en los incontables análisis que hay. Como otras veces, creo que descubriré al personaje trabajándolo. Mejor dicho: encarnándolo. En carne y en escena. Sé que muchas veces la realidad no aparece hasta mitad de los ensayos. También creo que los clásicos son partituras que por algo han perdurado. Y que se revisan de modos distintos. Cada intérprete y cada director lo sostienen de manera diferente, así que lo mejor quizás sea aproximarse lo más desnudo posible. Si no, si te acercas con apriorismos, te pueden entrar unos miedos tremendos”.
Derqui quiere ir poco a poco. Ensayó Com els grecs, de Steven Berkoff, a las órdenes de Josep Maria Mestres, en el Lliure de Gràcia, mientras representaba La dansa de la venjança, de Jordi Casanovas, en la Villarroel, y le espera otro tute: Mestres quiere girar la obra de Berkoff en castellano por toda España y llevarla a Madrid. Luego, tras el estreno de Hamlet y la temporada en Barcelona, otra más que posible gira.
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