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Albin Lee Meldau, el cálido ‘soul’ que viene del frío

El sueco, revelación del género con su disco ‘About You’, toca por primera vez en España

El músico Albin Lee Meldau, en Madrid.
El músico Albin Lee Meldau, en Madrid.INMA FLORES (EL PAÍS)

Si usted es de los que piensa que los escandinavos son gente lacónica y apocada, le vendría bien un encuentro con Albin Lee Meldau para persuadirse de que los tópicos merecen una larga cuarentena. La conversación transcurre de buena mañana en una cafetería y bollería del centro de Madrid, pero este sueco de 31 años recién cumplidos prescinde del dulce y habla con tal profusión que no encuentra tiempo para sorber su café; solo para asomarse a cada rato a la acera y prender un pitillo. “Siempre fui un estúpido y un megalómano, así que tiene gracia que ahora pueda viajar por medio mundo para hablar sobre mi música y sobre mí mismo”, se carcajea el autor de About You, una de las revelaciones de 2018, que esta semana llega por vez primera a los escenarios españoles: jueves 21 en Razzmatazz (Barcelona) y un día más tarde en La Boite de Madrid.

Meldau, un tipo espigado y sonriente (además de locuaz), debió de ser el consabido bala perdida en sus años mozos, pero hoy se ha convertido en una revelación internacional del soul blanco y héroe local en las latitudes suecas. “La fama siempre tiene algo de surrealista”, avisa. “Salí en un programa televisivo de éxito y en un día pasé de que me conocieran solo cuatro hipsters a que las abuelitas me paren por la calle cuando paseo en Gotembugo”. ¿Y no es esa una situación de ensueño para alguien que dice coquetear con la egolatría? “Bueno, también te llevas disgustos”, avisa. “Yo he sufrido un percance muy doloroso. Cuando empecé a triunfar y viajar, tuve que dejar a Emilio, mi preciosa mezcla de mastín y pitbull de 10 años, al cuidado de mi madre. Ella le daba demasiada comida y no lo sacaba a hacer ejercicio, así que terminó matando al pobre animal. Pero no la culpabilizo: todos pagamos un precio por vivir como vivimos…”.

La culpa de todo este revuelo la tienen las 13 canciones incluidas en ese primer álbum, un compendio de nuevo soul muy contagioso que le ha producido Jamie Scott (el mismo de Ed Sheeran o Rag ‘n’ Bone Man) y en cuyos créditos figura como coautor Neff-U, suministrador habitual de éxitos para Justin Bieber. Son temas de amor y despecho con los que el oyente puede identificarse fácilmente (de ahí el significado primigenio del título: Sobre ti), pero que Albin Lee escribió y grabó con el único objetivo de reconquistar a una antigua novia. “No pretendía viajar ni hacerme famoso: solo recuperarla”, asegura con vehemencia. “Pensé que podría evitar mis llamadas, mis mensajes o mi propio recuerdo, pero no mis canciones”. ¿Sirvió de algo? “No. Solo para acabar de convencerme de que el amor es la única cosa real que mueve el mundo”, persevera. “¿Por qué Cristiano Ronaldo juega al fútbol? Porque le gustan las mujeres. O los hombres, o las dos cosas. Pero todo es, en último extremo, una historia de amor”.

>Las peripecias de Albin arrancan a los 15 años, cuando comenzó a hacer novillos en clase. “Era un malote. Fumaba y bebía demasiado. La escuela me aburría, había aprendido a tocar la guitarra y ejercía de músico callejero. Acabé dejando los estudios, y bien que me arrepiento. Pero aún hoy sería capaz de sacarme 500 euros diarios si me coloco en esta misma acera”, anuncia, confiado. ¿Tanto? “Sí. La calle es una buena escuela. Sé que no volveré a pasar hambre, y eso es una garantía. Aunque mis discos no se vendan una mierda, siempre me queda esa opción”.

Y ahí fue, a pie de acera, donde descubrió que nada como los clásicos, de Elvis Presley a Stand by Me, para arañar unas monedas. “Aprendí a amar el soul”, proclama. “No creo en colores ni nacionalidades, así que no veo qué podría impedir a un chaval rubio dedicarse a la música negra. El soul es como la gastronomía española o la italiana: una delicia que gusta a todo el mundo”. Por cierto, Albin Lee Meldau tiene nueva novia, se confiesa “encantado” y prepara un nuevo disco. “No será de desamor, porque ese capítulo ya lo he cubierto”. Pero sigue sin fiarse de su mala cabeza. “Hoy me siento feliz y aspiro a lograr los suficientes ingresos como para disponer de un palco VIP en el estadio del Arsenal, mi mayor pasión. Pero pregúnteme dentro de un par de semanas, a ver qué tal me marchan las cosas…”.

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