‘Rock DJ’, ‘Music’ y otros vídeos musicales a punto de cumplir 20 años
Un documental analiza la fórmula detrás de los videoclips que se enfrentaron a la llegada de YouTube en la primera década de este siglo
En el verano del año 2000, Robbie Williams llevaba el concepto del desnudo al extremo en Rock DJ, y Madonna, que básicamente había consolidado por sí misma el concepto de videoclip para la MTV, hacía lo que le apetecía en Music, entre otras cosas, poner de moda en todo el mundo los sombreros de cowboy y a Sacha Baron Cohen.
Sus creaciones tenían la seguridad de un elevado presupuesto y de ser emitidas al menos 10 veces al día en la imperativa radiofórmula televisiva del canal de vídeos. Solo unos años después, Lady Gaga tuvo que esforzarse mucho más para superar a sus referentes y amasar 200 millones de visualizaciones en YouTube en los primeros meses de vida de Bad Romance, entre 2009 y 2010. En su momento fue todo un récord, aunque se queda ahora muy corto frente a las casi 6.000 millones de Despacito.
La democratización de la plataforma digital de vídeos abría el formato a nuevos géneros musicales y a artistas independientes que lograban con buenas ideas una exposición hasta entonces fuera de su alcance.
Así es como llegaron los estadounidenses Ok Go para integrar a la música en el fenómeno de los vídeos virales. Habían grabado por pura diversión y de forma casera una coreografía deliberadamente absurda y decidieron subirla a internet para promocionar su canción A million ways (2005). Lo vio tanta gente en su primer día de publicación que decidieron concebir a partir de ese momento grabaciones expresamente pensadas para la Red.
“Ellos han basado su carrera en este cambio de patrón. En las radios no les hacían caso, así que compitieron con los artistas comerciales siendo más imaginativos”, explica a EL PAÍS la periodista musical británica Sunta Templeton, una de las expertas que analiza el cambio en Los videoclips de 2000, espacio que emite Movistar + (el próximo pase es el jueves 7 de marzo) y que recorre la década más compleja del vídeo musical.
Tras la Edad de Oro de los ochenta y los noventa, en los que nuevos talentos como Michel Gondry, Spike Jonze y David Fincher llegaron dispuestos a reinventar el género, la creación de YouTube en 2005 hizo de estos años un periodo de transición. En pocos meses, se pasó del virtual monopolio de MTV a la libertad absoluta del espectador a través de internet. El canal de vídeos decidió sobrevivir abrazando el género del reality y los videoclips se abrieron a nuevos géneros.
“MTV había decidido que el rock se sentara en el asiento de atrás del pop, y que el hip-hop estuviera todavía más lejos. Con internet, también murió esa jerarquía de estilos musicales. Ahora todas las influencias y conceptos pueden mezclarse y hermanarse”, recuerda Templeton.
Empoderadas
Pero hubo tendencias durante esta década que empezaron a cambiar por sí solas, con independencia de la ventana a la que se asomaran.
“Las mujeres empezaron a tomar el control de su propia sexualidad. Madonna ya intercambiaba en Music los roles de género con Ali G —el personaje interpretado por Sacha Baron Cohen—, Britney Spears y Christina Aguilera dejaban de ser la chica de al lado, y cantantes como Rihanna o Beyoncé llegaban para confirmar esa nueva actitud. Aun siendo solo vídeos musicales, ayudaban a muchas chicas y mujeres a replantear su autoestima y su propia imagen”, comenta la periodista.
En 2008, como fruto de esa nueva fusión de sonidos musicales, resucitaba una nueva versión de un símbolo del empoderamiento femenino como es el Lady Marmalade (1974), en el que Patty Labelle enmascaraba la provocación cantando en francés su famoso estribillo.
Aquí puedes encontrar otros grandes vídeos de la primera década de este siglo, que se comentan en el especial de Movistar +.
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