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Fermín Muguruza: “Nací en una frontera, es lógico mi deseo de romperlas”

El artista irunés edita la internacional banda sonora de su film de animación 'Black Is Beltza'

Fermín Muguruza posa en Barcelona.
Fermín Muguruza posa en Barcelona.JUAN BARBOSA

Albert Pla, con quien colaboró conjuntamente con Raül Refree en la obra teatral Guerra, dice de él que cada vez que le felicita por algo ya está en otra cosa, como si fuese imposible dejar de verle unas semanas sin que estuviese metido en un nuevo proyecto. “Siempre llegas tarde”, decía Pla recientemente al respecto. Así es Fermín Muguruza, retratado también en su electrizante actividad en Los puentes de Moscú, el cómic de Alfonso Zapico en buena parte ubicado en Moscú, la plaza irunesa tan emocionalmente vinculada a Fermín Muguruza. Y así es como el artista más célebre de Irún junto a Luis Mariano pasa sus días, encadenando proyectos. El último, vinculado a su estreno como director de cine en Black Is Beltza, es la banda sonora de este film de animación, un disco con 32 cortes “que no deja de ser un viaje a través de la película, algo con lo que busco lo que en su momento viví con la banda sonora de Apocalypse Now, que como la de Black Is Beltza incluye voces y diálogos que te sitúan en el contexto de la película”, afirma enfundado en una camiseta de uno de sus mitos, Toots Hibert.

De esta manera, pistas incidentales compuestas por Raül Refree, productor del disco, conviven amalgamadas con canciones compuestas ex profeso, junto a otras recuperadas e incluso algunas compuestas pero nunca antes editadas, caso de la delicadísima pieza de Manu Chao Seeds Of Freedom, dando lugar a un friso de músicas en las que se solapan sonidos del Magreb, Latinoamérica, los Estados Unidos de los sesenta y del propio Euskadi. ¿Un mapa del mundo? “Para alguien que na nacido en una ciudad fronteriza como yo, alguien a quien le han impuesto una frontera con la que convivir cada día, el deseo de romper fronteras es muy acentuado. De la misma manera que me las impusieron, yo deseo superarlas, ir más allá”. ¿Es entonces la pureza lo más cercano a la mezcla?, se antoja pregunta inevitable aunque ingenua a quien ha hecho de la hibridación el santo y seña de su música, “la pureza es detestable, en absoluto defendible, lo contrario al diálogo, la interacción e interdependencia de las culturas”, responde apasionadamente, como si le fuese la vida en cada frase. “Piensa que la trikitrixa –pequeño acordeón diatónico clave en el folclore euskaldún- nos la legaron los italianos”, remata.

Lo curioso del disco, en el que hay también piezas souleras de los sesenta, como por ejemplo de The Velvelettes, es que centra parte de su mirada argumental en los años sesenta, una época anterior a las fuentes de donde nace la música que Fermín ha hecho a lo largo de su historia: “es que quería obviar la música y las escenas sociales de aquello que he vivido, y en los sesenta, y particularmente entre el 65 y el 67, pasaron muchas cosas que se reflejan en la película”. Por aquí habría que leer la recuperación de Errespetua de Negu Gorriak, la versión que realizaran del clásico de Ottis hecho suyo por Aretha Franklin. Y hablando de Aretha, destaca la nutrida representación femenina en el reparto del disco, con artistas tales como Anari, excelente su versión del Apur dezagun katea de Mikel Laboa, Iseo, Maika Makovski, Ceci Batista o The Sey Sisters, “he sido testigo en múltiples ocasiones del trato desproporcionado de las mujeres en el mundo, y no es que quisiera compensarlo, es que con todas las que aparecen existe relación y además la mayor parte de mi vida he trabajado con mujeres”, zanja ante cualquier insinuación de paridad forzada por la corrección política.

El tiempo de la entreviste se acaba. Jone, su mujer y colaboradora, escruta el reloj pensando en la siguiente cita. Tiempo para interesarse por los argumentos que le acercaron a Raül Refree, a quien conoció a comienzos de los 2.000 como director del grupo que grabó The Rockdelux Experience, un disco coral: “además de ser capaz de trabajar con los artistas más dispares, es una persona a la que si aprietas la piel la brotan notas musicales”. Se marcha a paso ligero, su forma de caminar y de vivir. ¿Proyectos?, pregunta inevitable en espera de una retahíla de ellos: “esta vez me voy a concentrar en la promo de la película y del disco y luego ya veremos”. Albert Pla podrá felicitarle durante una temporada sin sentir que llega tarde.

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