El retratista de cuando todo empezó
El fotógrafo Ricardo Martín expone sus imágenes de figuras de la cultura y la política española desde la Transición
Crear un clima de confianza en la cita, moverse alrededor del personaje sin apenas hablar y haberse documentado sobre su trayectoria antes de hacer clic. Esa es la receta que el fotógrafo Ricardo Martín (Granada, 1953) ha empleado desde hace casi medio siglo para tomar magníficos retratos de los principales personajes de la cultura y la política española, y también de los extranjeros que han estado en España. "A veces, ayuda la suerte para un buen retrato", dice Martín por teléfono. 67 ejemplos de todo ello pueden verse en la exposición Las caras del tiempo. Retratos de Ricardo Martín, en el Espacio de Cultura Contemporánea (ECCO), en Cádiz, hasta el 9 de septiembre.
La muestra, comisariada por la escritora Elvira Lindo, permite un cara a cara con figuras como Adolfo Suárez, Felipe González, José Luis Sampedro, Carmen Martín Gaite, Paco de Lucía, Antonio López, José Luis Aranguren, Annie Leibovitz, Lola Flores, Penélope Cruz, Andy Warhol, Patricia Highsmith, la reina Sofía, Umberto Eco… "Siempre he buscado que posaran con naturalidad, sin forzar situaciones, a pesar de que la mayoría de ocasiones se imponía la urgencia del periódico, porque había que publicarlo al día siguiente", añade.
Ese periódico al que se refiere fue EL PAÍS, al que Martín llegó casi al principio, en el verano de 1976, y donde trabajó hasta 1984. "Yo venía de la prensa local de Granada y presenté un dosier con varios trabajos... Fue una experiencia maravillosa, porque era una nueva forma de abordar la información, había medios y en la calle pasaban todos los días cosas importantes. Eran tiempos en que todo empezaba, la democracia, el periodismo libre…”. De la redacción, Martín recuerda al entonces responsable de Fotografía, César Lucas, que les insistía en que buscasen "la foto" porque, debido "a la austeridad del diseño, la imagen debía resumir lo ocurrido, tener fuerza".
Con el tiempo, adquirió lo que el escritor Antonio Muñoz Molina, en un texto del catálogo, llama la "interioridad pensativa". "Nada da la impresión de ser más meditado que sus decisiones instantáneas", describe Muñoz Molina. El libro incluye una entrevista de Elvira Lindo con el fotógrafo, un texto de la periodista de EL PAÍS Ángeles García y otro del escritor Fernando Delgado.
Al pasar las páginas de ese catálogo, se percibe que en muchas instantáneas el retratado mira ligeramente desde arriba. "No era consciente de que pasaba así, era algo intuitivo, quizás lo hacía por respeto a esa persona, lo que acababa dándoles cierta solemnidad". Sin embargo, hay variedad en la composición de sus retratos, de perfil, mirando o no a la cámara e, incluso, como en el caso de Mario Vargas Llosa, sin que vea todo el rostro, que en parte está fuera de cuadro. "En ese caso me aproveché de un fallo, pero luego me gustó", recuerda. Entre las imágenes, impactan la de José Bergamín, en batín en el balcón de su casa, con la plaza de Oriente detrás y unas nubes que le dan un aire tétrico; la mirada esquinada de Rosa Chacel, Lola Flores en un camerino, entre batas de cola, o Ana María Matute con las manos entrelazadas… En color hay pocos "porque tiene más elementos de distracción”.
Martín pasó después por las redacciones de la revista Tiempo y los diarios Ya y As. Ahora es el subdirector de la publicación literaria mensual Mercurio, pero sigue pendiente de la prensa diaria. "Ya me habría gustado tener las facilidades técnicas de hoy. Veo muy buenas fotos, sobre todo en agencias internacionales, y de fotógrafos españoles que trabajan para ellas, pero los periódicos han acusado la crisis. Tengo la sensación de que la figura del editor gráfico se ha perdido. Aunque luego ves la foto de Rajoy saliendo del restaurante [el día en que se debatió la moción de censura] hecha por Claudio Álvarez y te confirma que hay buen fotoperiodismo”. Cuando ojea las webs, le admira la calidad con la que se pueden ver las imágenes, pero echa en falta "un orden". "La foto está demasiado arropada por otros elementos".
Martín ha abandonado casi por completo el analógico, "solo lo hago testimonialmente, por aquello de oír el clic. Lo digital se ha impuesto, pero su seguridad técnica hace que te confíes, pensando que toda foto va a salir bien". Lo que añora son "reportajes gráficos hechos con más tiempo" y lamenta la "invasión del todo vale, por la facilidad con la que cualquiera que lleva un móvil puede hacer una foto. Tiene valor informativo, pero ¿y el estético? Es un empobrecimiento".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.