Emotivo y descafeinado homenaje al desaparecido Iván Fandiño en Orduña

“Sirva este brindis para recordar lo que fue y la leyenda que ya es Iván Fandiño”. Con este mensaje al padre del torero cerró el novillero José Rojo el festival de homenaje al matador vizcaíno en su localidad natal de Orduña.

Fue uno de los pocos momentos emotivos de la tarde, porque el pobre juego de los novillos obsequiados no permitió lucir a los actuantes, que se tuvieron que limitar a solventar la situación con oficio y labores aseadas por encima de sus enemigos. No hubo triunfos ni instantes para el recuerd­­o, sólo quedó la maestría de Ventura, la elegancia de Enrique Ponce, la solvencia de Curro Díaz, la transmisión de El Fandi, el deseo de Iván Abasolo y la ilusión de José Rojo. Los seis se ofrecieron para recordar la memoria de quien fue su amigo además de compañero de profesión, y cumplieron.

Todos reunidos en una plaza llena para rememorar a Iván Fandiño, cuyo recuerdo apareció en momentos aislados. Un aurresku de honor antes del paseíllo, las notas de la música de la película ‘La Misión’ al final del mismo y, sobre todo, en el brindis conjunto mirando al cielo de todos los actuantes al despedirse del ruedo.

Pero si faltaron faenas vibrantes, también se echó de menos mayores recursos para glosar la leyenda de Iván Fandiño.

El festival fue el colofón de unas jornadas en las que la ciudad de Orduña recordó a su torero. La semana comenzó con un espectáculo de danzas vascas y un festival de partidos de pelota, dos actividades que practicó Fandiño antes de coger los trastos de torear. Dos coloquios sirvieron para rememorar su personalidad y su trayectoria; el jueves fueron sus compañeros Teo Galán, Rafael Agudo y Manolo de los Reyes, mientras que el sábado dialogaron los periodistas José Miguel Arruego, Íñigo Crespo y Covadonga Saiz.

Una iniciativa que dejará en Orduña para siempre un busto del torero, obra en bronce del escultor Sergio del Amo, que se ha descubierto en los alrededores de la plaza de toros. Los vecinos de Orduña han pedido que se coloque en la plaza mayor de la localidad por tratarse del mejor embajador que ha tenido la ciudad en toda su historia, pero el consistorio, dirigido por Bildu, se ha negado alegando que los toros no son de un gusto unánime en la población. La polémica sigue, pero, de momento, la hermana del malogrado Fandiño descubrió el busto en la entrada al coso de la localidad con la presencia de varios matadores actuantes por la tarde y en un acto en el que brilló la cantante jienense Inma Vilchez, con unas sentidas letras que conmovieron a los presentes.