Un té con Lady Peña
Vicky Peña me da dos noticias: debuta en zarzuela en mayo con 'La tabernera del puerto' y en octubre estará en la versión integral de 'Àngels a Amèrica'
Vicky Peña (a la que siempre llamo Lady Peña: todas las grandes tienen para mí ese tratamiento) me da dos noticias: debuta en zarzuela el 5 de mayo con La tabernera del puerto, del maestro Sorozábal, y en octubre estará en la versión integral de Àngels a Amèrica, de Tony Kushner, en el Lliure. Hablamos de mil cosas tomando un té en su casa, en vísperas de comenzar los ensayos en la Zarzuela: la conversación da para varias columnas. La historia de su flechazo por el teatro, a los 18 años, cuando parecía destinada a ser enfermera, y todo lo que aprendió de la escena cuando era niña, sin apenas darse cuenta, la contaré más adelante. Hoy arranco con las noticias.
“Es la primera zarzuela que hago”, me cuenta, “y tengo una ilusión enorme. Lo más cercano, en cuanto formato, fue el pasado noviembre, cuando participé en una ópera, La fille du regiment, de Donizetti, que tiene muchas partes habladas, dirigida por Laurent Pelly en el Teatro de la Maestranza de Sevilla. Y los musicales, por supuesto”. Dirige Mario Gas, que adora a Sorozábal, del que ya montó tres piezas cuando estaba al frente del Español: Adiós a la bohemia, Black el payaso, y La eterna canción. “Mi papel es el de Antigua, una vendedora de sardinas vieja y borracha. O sea, un trabajo de característica, como se decía antes. Para actriz de carácter. En este caso, de mal carácter. Formo dúo cómico con Pep Molina, que es Chinchorro, un patrón de barco, también viejo y borrachín. Hay dos repartos porque en la Zarzuela se hace función cada día. Estamos hasta el 20 de mayo, y luego tal vez vayamos unos días a Oviedo, al Campoamor”.
En junio comienza a ensayar la versión catalana de Àngels a Amèrica, la obra magna de Kushner. Todo un acontecimiento, porque David Selvas montará las dos partes. Cuando la dirigió Flotats, inaugurando el TNC, en 1996, solo pudo presentar la primera, El milenio se acerca. Fue un gran éxito, pero no llegó la segunda, Perestroika: la Generalitat convergente le cesó de su cargo. La primavera del año pasado vi la integral (ocho horas) en el Olivier (NT), dirigida por Marianne Elliott: no se montaba en Londres desde hacía 25 años.
Vicky Peña interpretará el precioso personaje de Hannah Porter Pitt, que viaja de Salt Lake City a Nueva York, y en el TNC estrenó su propia madre, la gran Montserrat Carulla. “Interpreto también dos papeles masculinos: el anciano rabino Chemelvitz, que abre Milenio, y el no menos viejo bolchevique Prelapsarianov, que abre Perestroika. Pere Arquillué, en el rol del temible Roy Cohn, es el otro intérprete invitado. El grueso del reparto corre a cargo de la Joven Compañía del Lliure, que son fantásticos: me impresionaron en La quinta del biberón, de Lluis Pasqual, y El temps que estiguem junts, de Pablo Messiez”. El estreno está previsto para octubre, con permanencia en el Lliure hasta mediados de diciembre. “Haremos ambas partes en días alternos, y la integral dos días a la semana: todo un reto”, me cuenta. No se vayan: hay más historias pendientes.
Babelia
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