Steven Spielberg estrena por sorpresa ‘Ready Player One’ en el SXSW
Hollywood conquista uno de los últimos bastiones de la contracultura, el festival interactivo de Austin
Hollywood lo ha vuelto a conseguir. Sus planes de conquistar uno de los últimos bastiones del cine contracultural, como el que les gusta en el festival South by Southwest (SXSW), han triunfado. El estreno mundial el domingo de Ready Player One, la última película de Steven Spielberg, en Austin (Texas) se los ha llevado a todos de calle con la película más hollywoodiense de la cartelera de este año. Y su proyección por sorpresa en el teatro Paramount de Austin puso a un público supuestamente más afín a los Richard Linklater, Terrence Malick o Robert Rodríguez locales, a esos que trabajan fuera de la industria, en pie aplaudiendo al grito de “Steven, Steven, Steven”.
Una buena jugada para los estudios Warner que han apostado por ganarse a todos los escépticos de este trabajo con un gran despliegue de medios. Hasta la fecha, cada vez que Hollywood ha intentado reflejar el mundo de los videojuegos o un universo virtual ha fracasado con todo el equipo. Da igual que fuera Final Fantasy (2001) o Warcraft (2016) o las incursiones de los hermanos Wachowski entre el juego y la realidad de Speed Racer (2008), ninguna de estas películas consiguió reflejar el sentimiento de los jugones pese a su riqueza visual. Sin embargo en South by Southwest los espectadores aceptaron sin reservas su presencia en OASIS, el universo virtual en el que se desarrolla la trama de Ready Player One. Para ello los estudios construyeron una réplica en el corazón de este festival del futuro que según el libro nos espera en 2045. Un bloque de chabolas estilo favelas donde los contenedores metálicos convertidos en hogares improvisados se amontonan con roulottes y otras viviendas pobres. En ellos, Hollywood ofreció “la experiencia” de sentirse dentro de este mundo caótico. Un espectáculo para el que los fans hicieron colas que daban la vuelta a la manzana mezclándose a veces con el barrio más depauperado de la capital de Texas donde en la realidad los sin techos esperan la ayuda de las oficinas de Caritas.
El entusiasmo de los asistentes a esta 30ª edición del festival creció con el anuncio del pase “sorpresa” de Ready Player One convertido en la première mundial del largometraje. A él asistieron casi todos sus protagonistas, Tye Sheridan, Olivia Cooke y Ben Mendelsohn, además del mismísimo Spielberg, que con su sola presencia se llevó los vítores del público mientras presentaba una película, como dijo, “hecha con una gran ambición”.
Durante sus dos horas veinte minutos los aplausos fueron tan constantes como las referencias a la década de los 80, desde El gigante de hierro a Michael Jackson, el batmovil o el hotel Overlook de El resplandor. Mendelsohn, que como el resto del reparto estaba viendo el filme en la sala, se levantó de su butaca a jalear un momento de la acción. Y Spielberg vivió lo que describió como uno de los peores momentos de su carrera cuando la proyección, por dos veces, tuvo que ser detenida al perderse el audio. Una gran afrenta para un director que controla hasta los pases de prensa escogiendo para ellos su cine preferido (el de los estudios Dolby en la calle Vine de Los Angeles).
En medio de esta energía las críticas han sido bastantes buenas. Desde la revista The Hollywood Reporter hasta los fans pasando por cineastas como Rodríguez loaron la obra. “Los jugones no serán los únicos en responder a este mundo virtual hecho cine que consigue el perfecto equilibrio entre la imagen real y el CGI”, dijo John DeFore en THR. La recepción fue más emocionada en los foros que alabaron las virtudes de un Spielberg fantástico que hacía tiempo que no veían. “Un verdadero clásico de Spielberg. No me aguanto las ganas de volverla a ver”, añadió Rodríguez también entre el público. Pero en este océano de vanaglorias no todos están tan de acuerdo. En su crítica para la revista Variety Owen Gleiberman recordó la gran diferencia entre el Spielberg de antes, el de Encuentros en la tercera fase o E.T., el extraterrestre, con el de ahora. El crítico alabó las virtudes del filme cuando se desarrolla en el mundo virtual pero no tanto en el real. “Hace años las palabras Spielberg y fantasía estaban unidas como Ciudadano y Kane”, recordó como el gran logro del director. “Pero desde que se convirtió en un director más serio, más dramático, Spielberg parece haber separado la realidad y la fantasía en su cerebro”.
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