_
_
_
_

El turno de las mujeres

Gran parte de la mejor producción jazzística del 2017 viene de la mano de mujeres de gran talento y diferentes estéticas

La pianista Kris Davis.
La pianista Kris Davis.Peter Gannushkin

Si nos remitiésemos a su fecha de publicación, habría que decir que los mejores discos del año son las grabaciones inéditas de Thelonious Monk, Louis Arms­trong o Jaco Pastorius aparecidas en 2017, pero el jazz que se hace hoy es música diferente. Este fue el año en que el gigante Sonny Rollins tuvo que colgar definitivamente su saxo, marcando una nueva frontera invisible entre el jazz original y la música bastarda y aventurera que practican algunas nuevas generaciones, cada vez con menos barreras geográficas y de género. Hoy no resulta nada extraño que gran parte de la mejor producción jazzística del año venga de mano de mujeres con tanto talento (y en tan diferentes estéticas) como Kris Davis, Cécile McLorin Salvant, Nicole Mit­chell, Jaimie Branch, Eve Risser, Ikue Mori, Satoko Fujii y la española Marta Sánchez, entre muchas otras.

También una mujer es la pérdida más dolorosa del jazz en 2017: la prematura muerte de Geri Allen resulta devastadora porque estaba en plena forma y aún tenía mucho que ofrecer a la música improvisada. Además, tuvimos que despedir a leyendas del free como Muhal Richard Abrams, Arthur Blythe o Misha Mengelberg, al productor George Avakian, los cantantes Jon Hendricks y Al Jarreau, los guitarristas John Abercrombie, Mundell Lowe, Larry Coryell y Chuck Loeb, y una llamativa cantidad de bateristas: Ben Riley, Sunny Murray, Charles “Bobo” Shaw, Grady Tate, Mickey Roker o Bill Dowdy. Afortunadamente, Roy Haynes y Lee Konitz aún están entre nosotros. Y siguen tocando.

Recomendaciones

1. Matt Mitchell. Førage (Screwgun). El pianista es uno de los nombres clave del año gracias a su fabuloso disco A Pouting Grimace y, especialmente, a este fascinante registro a piano solo en el que reinventa un puñado de composiciones de Tim Berne de forma prodigiosa, evocando por momentos a Keith Jarrett, Cecil Taylor o Paul Bley, pero siempre desde una perspectiva extremadamente personal.

2. Tyshawn Sorey. Verisimilitude (Pi Recordings). El compositor y percusionista no deja de crecer y factura un disco monumental, tal vez el mejor de su carrera, en el que desarrolla nuevas facetas de su espectro creativo. Pocos meses después de su salida Sorey fue premiado con la prestigiosa beca MacArthur, reafirmando la idea de que estamos ante el nombre más importante de su generación en la música creativa

3. Stephan Crump / Kris Davis / Eric McPherson.Asteroidea (Intakt). La pianista Kris Davis está en un momento fabuloso, y en este proyecto colectivo ofrece una clase maestra de interpretación en piano preparado. El tour-de-force de casi media hora que abre este disco es un portento de improvisación colectiva organizada, e inaugura la trayectoria de uno de los grupos más estimulantes de 2017.

4. Jaimie Branch.Fly Or Die (International Anthem). Después de más de una década fogueándose con algunos de los nombres más potentes de la escena de Chicago, la joven trompetista se estrena como líder con un álbum apabullante arropada por músicos como Jason Ajemian o Chad Taylor. El estilo de Branch parte de figuras como Booker Little, Ted Curson, Don Cherry o Lester Bowie, pero su música suena moderna y personal. El debut del año.

5. Vijay Iyer Sextet. Far From Over (ECM). Este es el disco que los seguidores de Vijay Iyer llevan esperando desde que llegó a ECM en 2014. Un álbum intenso y bullicioso en el que el pianista reúne una formación que, a pesar de su apariencia ortodoxa, muestra una química aplastante y un entendimiento total del intrincado universo rítmico y armónico de Iyer. Hacía años que la música grabada por el pianista no sonaba tan excitante.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_