Michael Jackson baila de nuevo
El festival recibe con expectación el videoclip de 'Thriller' en 3D, y sus espectadores salen defraudados
Hasta los zombis querían bailar con Michael Jackson. Tanto que salían de sus tumbas para sumarse al rey del pop y mover el esqueleto. O lo que les quedaba de ello. Lo cierto es que se les daba estupendamente, como dejaba claro el videoclip de Thriller, quizás el más célebre de la historia, que el cineasta John Landis realizó en 1983. Lo que no acaba de entenderse, en cambio, es por qué el director ha decidido resucitar su obra. Fallecido Jackson en 2009 y enterradas sus disputas legales con los dueños de sus derechos, Landis dejó caer hace unos años que rescataría Thriller, en 3D. En 2016, el creador de Desmadre a la americana o Granujas a todo ritmo lo confirmó por todo lo alto. La expectación fue creciendo hasta que se confirmó que debutaría en Venecia. Landis adelantó incluso “una sorpresa chocante”. De golpe, un vídeo musical era uno de los eventos más esperados de un festival de cine. Así que ayer domingo la sala estaba llena para el gran día. Todos llevaban las gafas para el 3D. Aunque cuando se las quitaron, 14 minutos después, muchos se preguntarían para qué se las habían puesto.
“Siempre quisimos que Thriller se pudiera ver en las salas de cine. Voy a ser sincero, cuando pude acceder a los negativos, dije: 'Dadme el dinero y yo lo restauro. Lucirá bellísimo'. Y durante el proceso de transformación me pareció extraordinario. Lo único que me da pena es que Michael no esté aquí para verlo“, aseguró Landis en Venecia. El resultado, en realidad, no parece respaldar el entusiasmo del cineasta: el nuevo aspecto tridimensional no solo no parece añadir nada a Thriller, sino que a ratos resulta casi molesto. Cuesta también comprender a qué sorpresa se refería el director.
A primera vista, el vídeo parece idéntico al original, que acumula más de 436 millones de visualizaciones en YouTube. Empieza con el mismo aviso (“Debido a mis fuertes convicciones personales, quiero aclarar que este filme no apoya de ninguna manera la creencia en lo oculto”), que Jackson incluyó por su fe en los Testigos de Jehová, según la revista Rolling Stone. Y termina con el giro final que ya lo hizo famoso. No hay cambio de epílogo, pese a que en un primer momento se creyó que Landis lo modificaría.
Queda, eso sí, en el medio, el fascinante metraje que cambió la historia de los vídeos musicales. Y en la pantalla grande. Landis, de hecho, se plantea llevar ahora el vídeo a las salas. "No me gusta cómo se ve en YouTube", explicó. “No fue la idea genial de nadie, sino un vídeo de vanidad. Todo lo que ocurrió con Thriller se debe a que Michael quería transformarse en un monstruo, nada estaba planeado”, agregó el director. Jackson se quedó hechizado con Un hombre lobo americano en Londres, de Landis, y sobre todo con las máscaras y el maquillaje realizados por Rick Baker. Se entusiasmó tanto que se olvidó del huso horario: una tarde cogió el teléfono, desde Los Ángeles, y llamó a Landis. Este se encontraba en Londres. Donde eran las dos de la madrugada. "Te llamo mañana, Michael", le dijo Landis. Pero tal vez el sueño le hizo olvidarse de apuntar el número. Por suerte, el rey del pop volvió a llamar.
"Michael tenía 24 años entonces, aunque me parecía que tuviera 18. Era muy determinado, pensaba que debíamos aspirar siempre a lo mejor. Tenía una ética del trabajo increíble", aseguró Landis. Ambos se juntaron también para el videoclip de Black or White, en 1991. Su buena relación se mantenía, pero algo había cambiado: Jackson ya era el músico más célebre del planeta. Landis compartió una anécdota para ilustrarlo: artista y director se encontraban en Disneyworld, y se acercaron a Mickey Mouse para una fotografía. Pero Landis caminaba con alguien tan famoso como el ratón de Disney. "Empezaron a aparecer más y más personas, eran miles, literalmente. Gritaban, lloraban, se desmayaban. Le miré a Mickey Mouse y él dijo: '¡Dios mío!'. Pensé que nos devorarían", recordó el cineasta. Una limusina apareció entonces para rescatarlos, pero fue rodeada por la masa humana. "¡Había gente que se subía encima del coche!", contó Landis.
Sea como fuere, entre ambos produjeron algo extraordinario: nunca un vídeo musical se había atrevido a parecerse al cine, había tenido tal duración ni había contado con un presupuesto de más de 420.000 euros. De paso, el disco homónimo se convirtió en el más vendido del siglo XX. Si hoy batir esas marcas no es tan raro, se debe a que hace 34 años Jackson y Thriller fueron los primeros en adentrarse en territorio desconocido.
De hecho, ninguna cadena quiso financiar lo que parecía un delirio. De ahí que a Landis se le ocurriera rodar un documental sobre su realización, The Making of Thriller, por cuya emisión MTV y Showtime sí abrieron la cartera. Los derechos les costaron justo 210.000 euros cada una, según Rolling Stone. El filme se proyectó ayer en Venecia, tras el videoclip. Aunque es de sobra conocido desde hace tres décadas. ¿Dónde quedaron entonces las novedades anunciadas? Por lo visto han desaparecido: todo un thriller.
Babelia
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