Esta basura suena bien
Un lutier imparte cursos en los que enseña a realizar instrumentos con material reciclado
A Pablo Gallardo siempre le gustó tocar la guitarra, pero tuvo que ajusticiar a una para sellar su enamoramiento. Un buen día, este ebanista de formación cogió un martillo y decidió “darle tres martillazos para ver cómo era por dentro”. “Crees que es un instrumento sencillo, pero por dentro es un mundo”, reconoce este gaditano de 38 años. Y tanto le gustó lo que descubrió que primero se hizo lutier y después decidió recrear ese cosmos interior en cualquier objeto destinado a ir a la basura. Sus manos ya han convertido cacerolas, tapas de váter, bidones e incluso aspiradoras en guitarras, bandurrias o bajos. Ahora, Gallardo ha dado un paso más y ofrece talleres a pequeños y mayores para construir instrumentos musicales con material reciclado.
Con los primeros, el gaditano de 38 años ha comenzado un taller, organizado por el Ayuntamiento, que se repetirá todas las mañanas de los martes hasta finales de agosto en el Espacio de Cultura Contemporánea de Cádiz (ECCO). Los niños, de entre ocho y 10 años, aprenden los entresijos del sonido mientras construyen flautas con una tubería o dan una segunda vida a una caja de galletas. La pretensión de Gallardo es que el grupo que se cree vaya a más: “Lo que busco es que cada niño se inspire a hacer el instrumento que quiera y que, posteriormente, se cree una orquesta ecológica infantil en Cádiz”.
No es de extrañar el plan de Gallardo con los niños, tan vinculado al mundo de la música como el del Carnaval. De forma autodidacta comenzó con la reparación de guitarras para quitarse el miedo “y coger soltura”. De ahí, pasó a construir instrumentos para la comparsa en la que el mismo Gallardo participaba. El salto siguiente fue el de hacer la misma tarea con materiales reciclados. Sobre las tablas del Gran Teatro Falla, durante el Concurso de Agrupaciones del Carnaval, ya han sonado guitarras hechas con cacerolas o tapas de váter, otra eléctrica realizada con madera de palets, un bajo hecho con un bidón y una trompeta con tubos de PVC. Hoy en día, Gallardo es de sobra conocido entre los carnavaleros y recibe encargos de distintas agrupaciones que tienen ganas de sorprender al público al usar estos singulares instrumentos, en las presentaciones de sus actuaciones.
“Le doy muchas vueltas a cualquier cosa que me encuentro. No me gusta tirar nada”, reconoce el lutier que defiende que sus creacones son capaces de producir notas y sonidos similares a los de los instrumentos tradicionales. “Es algo que hago por convicción, por demostrar lo importante que es reciclar y respetar el medioambiente”, añade el músico. De ahí fue como surgió su iniciativa de enseñar estos valores a los más pequeños en un taller municipal. Ahora, su idea es ampliar su alumnado a los adultos, tanto a gaditanos como a turistas que visitan la provincia y quieran llevarse un recuerdo único de su estancia.
No será una faceta nueva para él. Además de dedicarse profesionalmente desde 2015 a la construcción de guitarras, laúdes y bandurrias, desarrolla talleres para adultos (o adolescentes a partir de los 16 años) para la construcción artesanal de estos instrumentos con madera. Sus alumnos son capaces de realizarlos con sus propias manos, gracias al asesoramiento y tutela de Gallardo. “Les ayudo en el uso de herramientas como la calibradora y nos basamos en plantillas. No hace falta ser un manitas. Algunos vienen con pocos conocimientos de carpintería y, aún así, son capaces de hacerlo sin problemas”, añade el lutier. Muchos de sus alumnos encuentran la misma inspiración que él: “Al segundo día de empezar ya están enganchados. Se quedan sorprendidos de lo compleja que es una guitarra por dentro”.
Una línea de guitarras para el Carnaval
Pablo Gallardo no es un constructor de guitarras al uso. Además de su apuesta por la realización de instrumentos con materiales reciclados, el lutier tiene claro que el Carnaval es un sector profesional que todavía tiene mucho que decir. El gaditano ya está especializado en la construcción de los instrumentos de cuerda clásicos del carnaval: guitarras, bandurrias y laúdes. Ahora quiere dar un paso más y desarrollar una línea especializada para agrupaciones del Carnaval, como las comparsas. “Cada uno de los guitarras de una comparsa tiene unas necesidades concretas que no cubre del todo una guitarra normal. La idea sería hacer guitarras específicas para estos usos, al igual que se ecualiza un disco”, reconoce Gallardo entusiasmado ante una idea que quiere poner en marcha de cara a las próximas ediciones del Concurso que se celebra en el Falla.
Babelia
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