El novillero debutante Jorge Isiegas cortó una oreja en Las Ventas

El novillero Jorge Isiegas protagonizó en la noche del sábado un destacado debut en Madrid al cortar una oreja de un exigente sobrero de Couto de Fornilhos, en un festejo en el que el otro debutante, Pablo Atienza, que también dejó momentos interesantes, dio una vuelta al ruedo sin trofeo.

Con más de un cuarto de entrada (7.131 espectadores, según la empresa), se lidiaron cinco novillos de Guadajira, bien presentados, justos de fuerzas y de juego dispar. El quinto fue un sobrero de Couto de Fornilhos, al ser devuelto el segundo y correrse turno, exigente.

Pablo Atienza: estocada baja (vuelta al ruedo tras aviso); dos pinchazos y estocada desprendida (silencio).

Jorge Isiegas: casi entera perpendicular y atravesada y tres descabellos (ovación tras aviso); estocada (oreja).

Juan Silva Juanito: estocada trasera y dos descabellos (silencio tras aviso); estocada desprendida (ovación).

Para empezar una buena noticia: ¡por fin, respondió el público! Después de la desolación en los festejos anteriores, el sábado hubo más gente que nunca. Más de un cuarto de entrada en los tendidos.

Jorge Isiegas cortó una oreja del quinto merced a una faena de firmeza, seguridad y solvencia. El novillo, un sobrero exigente de Couto de Fornilhos, no se lo puso nada fácil. Un animal codicioso e informal a partes iguales. Ahí estuvo el mérito de Isiegas, que, lejos de amedrentarse, se mostró muy resuelto y capaz para imponerse a la situación y acabar cautivando a unos tendidos, que, tras una certera y buena estocada, lo premiaron con un merecido trofeo.

Le pudo haber venido bien el mal trago que pasó hace unos días en Valencia, donde se quedó solo ante cuatro novillos, para resolver tan dignamente su debut en la primera plaza del mundo, pues con el primero de su lote, un gran novillo, con un tranco y un son extraordinarios, también dejó claro que no venía a Madrid a pasar la tarde. No hubo tampoco dudas durante toda la lidia, y, aunque aquí le faltó algo de pulso para no dejarse tropezar tanto los muletazos, la disposición fue total, con momentos también de cierta enjundia, como varios naturales inmaculados y unos pintureros remates por bajo en el epílogo. Se atascó en la suerte suprema y fue ovacionado.

Atienza dibujó varios naturales de buena firma ante su primero, lo que le valió para dar una vuelta al ruedo. El cuarto tuvo pocas fuerzas y mucha menos clase.

Volvía el portugués Juanito a Madrid después de su destacado paso a principios de mayo, aunque no pudo dejar el mismo sabor de entonces. Dispuesto se le vio ante su flojísimo primero, y a por todas salió en el sexto, al que recibió a portagayola; pero en la muleta no pudo ser, porque el novillo apenas transmitió, y porque el torero luso no tuvo su noche.

Pablo Saugar recibió el alta médica

El banderillero Pablo Saugar, último de los toreros heridos en San Fermín que continuaba hospitalizado, recibió ayer el alta médica del Complejo Universitario de Navarra y fue trasladado en ambulancia a su domicilio en Madrid.

Saugar, que resultó corneado de gravedad el pasado día 9 de julio en la tercera corrida de la feria de Pamplona, ha tenido, según los médicos, una evolución excelente en los últimos días, recuperándose día a día de los serios destrozos intestinales que sufrió en el percance.

El propio Saugar, que aún toma alimentación blanda, explicaba a Efe que "ahora solo queda echarle paciencia" hasta llegar a la recuperación definitiva y que no se fija una fecha para poder volver a los ruedos, sino que prefiere ir comprobando "poco a poco" su disposición física y mental.

El doctor Ángel Hidalgo, cirujano jefe de la enfermería de la plaza de la capital de Navarra, ha asegurado en su blog personal que la hospitalización durante trece días del banderillero madrileño les ha permitido "conocer a una excelente persona, siempre agradecida con los cuidados presentados y con un innegable afán de superación".

Pablo Saugar fue el torero herido de mayor consideración en unos Sanfermines en los que también sufrieron percances los matadores de toros Román, Gonzalo Caballero, López Simón y Roca Rey, éste último aún en proceso de recuperación.