El presidente de las alfombras

Quien vea la entrevista que le hizo Sergio Martín a Mariano Rajoy en Los desayunos de TVE creerá que al presidente lo han hecho rey de España o presidente de las alfombras. TVE quiso prolongar el (falso) mar de las calmas que animó el congreso del PP, ese ensayo búlgaro del que tan contentos se fueron los que ganaron y los que no ganaron tanto.

En ese congreso había esa ola chiquita sobre el océano azul, rompiendo sin convicción contra una islita mínima. El mar estaba quieto y contra ese risquito se manifestaba una ola que no venía de ningún lado. Ese paisaje marino fue prolongado ayer por la cadena pública para elevar al diputado Rajoy al rango de jefe del Estado. Esas alfombras que marcaban el territorio plácido y exagerado de la entrevista que le hizo Sergio Martín no eran solo apabullantes, sino ridículas, como todo lo que se hace para exagerar los méritos del Jefe, aquí, en Turquía o en el Vaticano. Era un escenario tan impropio para una entrevista como sería impropio servir a un hombre el desayuno de un elefante.

Se supone que a Rajoy este halago tan poco sobrio le disgustaría, porque él es más bien de cazalla sin alcohol, aunque fue de puro y de coñac. De pronto se vio allí, rodeado de esa nada tan imponente, y habrá echado de menos el mus, un estudio chiquito. Pero, nada, le impusieron ese honor de las alfombras y aquello parecía un elogio oceánico. Aunque, debe decirse esto en honor de Sergio Martín, nadie ha llegado en esa casa pública al nivel de Pedro Carreño, que en el Telediario 1 del sábado dijo esto en la cadena que controla el PP: “El tiempo desapacible que hay en Madrid contrasta con la imagen de alegría que se vive en las filas populares”.

Olé tus alfombras, Pedro Carreño.