La última canción de Javier de Torres y Roger Sincero tiene voz de mujer
Ocho cantantes distintas, algunas primerizas, interpretan los temas de 'Was your tie black', que será la despedida del dúo
Roger Sincero es el alias con que Sergio Cerro deja de lado al ingeniero, capaz de hacer aviones, y abraza al apasionado de la música que fundó The Happy Losers, banda que confeccionaba un pop reluciente y que en la primera hornada del indie nacional, a principios de los noventa, ya cantó en inglés. Javier de la Torre no lo había hecho durante su carrera, en ninguno de los discos que siguieron a Roland Garros (2004) hasta Nobocop (2015), y esa fue una de las premisas del proyecto que, nacido al desabrigo de las gradas del Calderón, le unió a Sincero: letras en inglés, ese idioma sincopado que, dicen, casa más naturalmente con el pop, y melodías que lucen por encima de ellas. Tras dos discos juntos: A Ticket To Corfu (Altafonte, 2013) y When Sheryl Crow Was Young (Altafonte, 2014), anuncian con el tercero que se disuelven. Hasta aquí, hasta Was Your Tie Black, dio de sí la juntanza. Y para la despedida pusieron las brevísimas historias que componen (“en el pop, si en dos minutos no has contado lo que pretendías, algo falla”, aseguran) en voz de distintas cantantes femeninas, algunas sin ninguna experiencia previa, como las Martinas, Borrás y Gil, o Julia De Torres, hija de Javier.
Pregunta: El dúo nace en las gradas del Calderón, ¿van a abandonar con su Atlético habiendo muerto en la orilla en dos finales de Champions sin lograrlo? ¿Sin aguardar a la gesta?
Respuesta:
Javier de Torres: Queda tiempo. Esta temporada, mientras Was your tie black coge vuelo hasta mayo, debe ser la de la primera copa de Europa para el Atlético de Madrid.
P: ¿No estarán imitando lo que el Cholo hizo al acortarse el contrato, cuando los seguidores le rogaron que se quedara?
R:
Roger Sincero: La mayoría de la gente que pregunta por nuestra separación es ahora cuando está tomando noticia de que existimos.
Javier de Torres: De haber sido intencionado, anunciar la separación habría sido la mejor maniobra de marketing.
P: ¿Lo dejan por problemas de vestuario?
R:
Javier de Torres: Lo dejamos antes de que los haya. La venda, antes de la herida. Nunca sabes cuándo es el momento adecuado pero hay que tomar la decisión, es mejor concebir algo con un principio y un final y no terminarlo abruptamente cuando algo que haya sucedido haga que sea irrevocable.
Roger Sincero: Podríamos haber seguido haciendo discos parecidos a este: distintas chicas, más cantantes, con nuestras voces. Pero cada uno tiene sus inquietudes y su propia carrera.
P: Compusieron las canciones sabiendo que lo que cuenten lo iba a cantar una mujer. ¿Alteró eso el proceso?
R:
Roger Sincero: Aun a sabiendas de que me estaba poniendo en la piel de una chica, al finalizar y leerlo, me costaba en realidad distinguir el género. Es la primera vez que lo hacía, sí, pero no he sentido que fuera especial, que tuviera trascendencia o que me contagiara las sensaciones que tendría que estar sintiendo la chica que habla en la canción.
Javier de Torres: Son historias universales, sencillas. Escribimos de forma espontánea, sin preguntarnos si va a cambiar el enfoque. Escribimos como quien lava o duerme.
P: En el casting de cantantes hay mucha voz desconocida. ¿Cómo accedieron a ellas? Se les escapó, dicen, Gwyneth Paltrow. ¿Qué tema le habrían puesto a cantar?
R:
Javier de Torres: We broke up. Aunque dada su ruptura con Chris Martin tal vez habría resultado contraproducente.
Roger Sincero: Fue un proceso largo y distinto: desde convencer a la propia hija de Javier hasta dar con una chica que conocimos por un videoclip de Sidonie. Otra, por ejemplo, es la vecina de un productor australiano que es amigo desde hace años.
P: ¿Discurriría distinta su carrera si ambos pudieran dedicarse por entero a la música y no tener una obligación laboral?
Javier de Torres: Juan Benet construía puentes y escribía novelas, y se supone que hacía las dos cosas bien. Hacer pop no es tan complejo, ni siquiera requiere tanta dedicación como una película. Ser amateur me permite que, cuando no tengo nada que decir, no tenga que ir a grabar o tirarme a la carretera. Hace años pensaba distinto. Ahora no lo cambiaría.
Babelia
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