Vocablos sin traducción: ‘komorebi’, la luz que se filtra a través de las hojas
La escritora e ilustradora británica Ella Frances Sanders reúne en un libro 52 palabras de casi imposible versión en lenguas diferentes a la original
Existen sentimientos, acciones, ideas y hechos que no se pueden traducir de un idioma a otro usando una sola palabra. Sobremesa es un concepto que, sin tener que explicarlo, solo se entiende en español; saudade para quien habla portugués supone mucho más que nostalgia y los japoneses llaman komorebi a la luz que se filtra a través de las hojas de los árboles.
Ella Frances Sanders (Bath, Reino Unido, 1993), “escritora por necesidad e ilustradora por accidente”, comenzó a ser consciente de estas voces intraducibles en su adolescencia. Cuando vivía en Marruecos publicó en 2013 un artículo en Internet que dio inicio a Lost in Translation (Libros del Zorro Rojo), un compendio ilustrado que recoge 52 términos de diversas lenguas, muy específicos y de difícil traslado a otras. “Son emociones universales, sentimientos a los que todos estamos familiarizados, lugares donde todos podemos coincidir sin importar de dónde somos”, dice la autora sobre esas palabras. A partir de una lista de más de 200 términos, escogió aquellos que “pueden concretar experiencias que parecían indescriptibles”.
Lost in Translation incluye conceptos que no se pueden explicar en castellano con un solo vocablo. Por ejemplo, en Filipinas se llama kilig a la sensación de mariposas en el estómago. Cuando ya no se lo siente más sería razliubit, palabra rusa para el “ocaso del amor, un sentimiento agridulce”.
Aunque la autora confiesa que “tras vivir por varios años” con estas palabras no podría elegir una favorita, ya que les ha cogido cariño a todas, en las que piensa más a menudo son kalpa, término sánscrito que significa el transcurrir del tiempo en una gran escala cosmológica, y boketto, perder la mirada en la lejanía sin pensar en nada particular en japonés.
Traducción ilustrada
Ella Frances Sanders opina que la forma más fácil de presentar lo intraducible son las imágenes, por lo que ha ilustrado cada uno de los términos. Asegura que no tenía intención de convertirse en ilustradora, pero dibujar “se ha vuelto un compañero muy importante”. Ahora no se ve a sí misma haciendo otra cosa. “Ha sido un camino muy complicado, pero estoy muy feliz de haber terminado aquí”, afirma. La joven de 23 años recogió las palabras en Marruecos, Reino Unido o Suiza, lugares en los que ha vivido.
En The Illustrated Book of Sayings, que está por editarse en España, ilustra expresiones del mundo como “media naranja”. Y su próximo proyecto, del que solo revela que tratará sobre el amor, también será un libro ilustrado.
Quien un día se encuentre en Pakistán y escuche a alguien decir “goya”, ha de saber que no es una referencia al pintor, sino a un reino de fantasía al que transporta una buena historia.
Babelia
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